Anacleto

Lleva con orgullo el apellido González Flores

+ El nieto de Anacleto regresó a Tepatitlán después de 8 años
+ Ya no tiene parientes aquí pero volvió gracias al internet

Por Víctor Manuel Mendoza

Anacleto González Flores, tepatitlense beatificado el 20 de noviembre del 2005, es un personaje muy querido en Tepatitlán. A través de los años siempre se le ha recordado e incluso una avenida de esta ciudad lleva su nombre, pero de sus familiares poco se sabe.

Pero como cosa del destino, el señor Raúl Eugenio González Moreno, unos de los 7 nietos sobreviviente de Beato Anacleto logró, gracias al Internet, comunicarse con un grupo de jóvenes tepatitlenses y después de ocho años de haber pasado por esta ciudad, visitó ahora en sus vacaciones la tierra de su abuelo gracias a la invitación de estos jóvenes tepatitlenses.

En su visita a esta ciudad, hizo un recorrido en compañía de su esposa Blanca Alicia Herrera y de sus hijos Raúl Enrique, Ricardo Eduardo y Valeria Giselle. Por mi conducto, 7 Días fue invitado a un desayuno en El Che Campestre al cual acudí gustoso. Ahí, con una amena charla el señor Raúl platicó que ya había sido invitado por el joven Raúl a las festividades del 20 de noviembre, pero que no pudo acudir por su trabajo en Telmex, pero ahora que estuvo de vacaciones se trasladó a Tepatitlán, ciudad que no conocía y que le pareció muy bonita.

Añadió que lo poco que conoce de su abuelo es lo que le platicó su padre y que él escuchaba de los labios de su abuela.

Una de las cosas de que escuchó fue sobre el movimiento que hizo su abuelo por la fe católica, pues él promulgaba la guerra pacífica por medio del diálogo, ya que era un admirador de Gandhi.
Dijo que nunca vino a Tepa con su papá y desconoce si tiene familiares en este lugar, los únicos de familia que conoce viven en Guadalajara y México. En alguna ocasión visitó el lugar en donde están las cenizas de su abuelo. De las pertenencias de Anacleto, al principio las conservaba su abuela Concepción Guerrero, esposa del beato, y como ella vivía con su tía Yolanda, esposa de su tío Anacleto González Guerrero, ella se quedó con esas pertenencias e incluso el acta original de la ACJM, ella la guarda.

Expresó que el ser nieto del Beato Anacleto hace que se sientan cosas muy bonitas, como satisfacción y orgullo, pues su nombre ha trascendido en todo el catolicismo y en la historia general. Anacleto González Flores dejó a sus hijos muy pequeños, pues como se sabe, fue capturado, martirizado y después le dieron muerte, pero seguramente desde arriba estará observando a sus 7 nietos y 8 bisnietos quienes seguramente llevan una fuerte carga en los hombros, el nombre del hombre más querido de los tepatitlenses: Anacleto González Flores.