Siete Días: Mesa redonda



Mesa redonda

Había una vez una mesa redonda en la corte del rey Arturo en la que todos los caballeros se sentaban y, como la mesa era redonda, al sentarse ante ella nadie se sentía con mayor derecho que los otros caballeros porque nadie quedaba en la cabecera. Muy listo fue el rey Arturo al idear esto. En cambio, en la realidad que es el aquí y ahora, Tepatitlán, ni hay tal mesa redonda ni hay ningún caballero que no se sienta con mayor derecho que los otros caballeros. Muy al contrario, a tres meses de iniciada la administración, entre los regidores todos están como al principio, buscando “la grande”.
Recapitulemos: el profesor Raúl Alcalá ganó las elecciones en julio y se convirtió en presidente municipal en diciembre. En ese intervalo cayó en una enfermedad muy grave que lo orilló, primero, a dejar de lado la estructuración de lo que sería su ayuntamiento, en cuanto a qué funcionarios entrarían y como se haría el esquema de trabajo, y segundo, a tomar protesta desde su “lecho de dolor”, como él mismo lo describió, mientras sus regidores se sentaron delante de él dándole la espalda en la calle Manuel Doblado. Al paso de los meses, como se ha visto, los regidores, su planilla, siguen dándole la espalda, sin llegar a un acuerdo que permita retirarse al profesor Raúl para continuar su tratamiento sin el estrés que significa llevar un municipio a cuestas y que permita al ayuntamiento a organizarse de una vez por todas, liberar presupuestos, poner o quitar gente y todos los movimientos que necesita para que funcione bien.
Sabemos de la buena disposición del profesor Raúl. Él mismo ha dicho en varias ocasiones que el trabajo lo reanima y estará al frente de la presidencia hasta que el cuerpo aguante, que no tiene planeado renunciar ni pedir licencia ni dejar la alcaldía. Pero las buenas intenciones no son suficientes. En su domicilio hay horario de visitas y en ciertos días, suponemos que cuando se administran tratamientos médicos fuertes, se acaban las visitas. En las dependencias municipales nadie sabe con exactitud quien manda, nadie sabe cuanto presupuesto tienen, en varios casos los directores de área y los empleados no trabajan en equipo, las cosas se hacen como se puede, dicen, “mientras nos organizamos”. ¿Y para cuando será eso?, preguntamos. En enero dijeron que en febrero y en febrero, que en marzo. Y mientras en otros municipios a tres meses de gobierno los proyectos ya están organizados y las obras están en marcha, acá todavía están esperando recursos y que los dejen contratar a la gente que necesitan.
La gente lo dice: si el profesor Raúl se siente mal, que renuncie. Lo dice en el sondeo de esta edición, en el que los entrevistados se dividen entre los que prefieren que el actual alcalde continúe en el puesto y los que les gustaría más ver ya a un sustituto para que no haya ingobernabilidad. Y así como están las opiniones divididas en un sondeo de 20 personas, así está en el resto de Tepatitlán. Nadie está en contra del profesor Raúl, pero cuando alguien no puede hacer un trabajo, hay que buscar una suplencia. Tal vez si el profesor les insistiera a sus regidores, éstos podrían ponerse de acuerdo, pero mientras el alcalde siga manteniendo el optimismo diciendo que él puede con la presidencia, a nadie le entra la prisa por ponerse de acuerdo. Por ser los elegidos sí. Los regidores quieren votar por sí mismos o por nadie para ser el presidente interino.
La verdad es, sin embargo, que el profesor Raúl no ha pisado el edificio de la presidencia en lo que va de su mandato. Que llevan meses queriendo acondicionarle una oficina en el primer piso, pero la salud del acalde no le permite ni siquiera eso. Que los asuntos importantes le son llevados y explicados hasta su cama. Que los no importantes han tenido que esperar. Que el trabajo de varias dependencias no ha sido el que se esperaba o, al menos, no se ha dado a conocer. La verdad es que se necesita gobernabilidad.
¿Qué hacen los regidores sobre esto? A la redacción nos llegan continuamente rumores de que, ahora sí, en la siguiente sesión de ayuntamiento se nombrará un presidente interino, pero eso no ha pasado hasta ahora. Los regidores, fuera de grabadoras, explican que no se pueden poner de acuerdo, que el interino debe ser forzosamente alguien del PAN, que mejor ellos que los otros, aunque son los mismos compañeros de fórmula. La oposición ni siquiera ha entrado en este supuesto, aunque tal vez una opción más viable sería, precisamente, alguien de la oposición para ocupar el interinato. En las circunstancias del profesor Raúl, ¿no es esto darle la espalda?
Volviendo al sondeo de esta semana, que el lector puede encontrar páginas más adelante, hay algunas frases claves que los entrevistados dicen, lo cual nos muestra que no somos nosotros, “los del siete”, los que estamos moviendo el agua, sino que la presidencia es un asunto que le compete a todos los que vivimos aquí. Dicen los entrevistados, por ejemplo, que “si puede, siga mandando”. El profesor dice que sí, ¿pero es verdad?; también señalaron que “hay gente que quiere hablar con él personalmente y él no puede”. Y es cierto, hay muchos asuntos que necesitan el visto bueno del alcalde y él no está disponible.
También se dice en este sondeo que el profesor Raúl debería retirarse “para que si el día de mañana le llega a pasar algo no sea un descontrol y ya haya alguien a cargo”. La enfermedad puede agravarse, los tratamientos pueden ser más invasivos. Hay quienes piden nuevas elecciones, algo viable si el profesor Raúl se retirara definitivamente en el transcurso de este año. ¿Pero dejar que la oposición tenga chance de ganar una elección? por supuesto que no, si ya la ganó el PAN.
Es curioso que ni el ahora gobernador Emilio González, ni el líder estatal del PAN, Eduardo Rosales, hayan podido convencer a los regidores a tomar una decisión cuando lo intentaron a principios de este año. En esa primera sesión de ayuntamiento en enero pasado, el punto de la licencia por parte del profesor Raúl fue retirado de la agenda momentos antes de que la sesión comenzara, después de que el gobernador y el presidente del PAN en Jalisco no lograron hacer consenso. Hasta Mural dio por hecho la licencia del profesor, porque así estaba asentada en la orden del día que se llevaron sus reporteros, que no se quedaron a la sesión. Durante el correr de los meses las cosas han seguido igual. Nadie les puede poner una mesa redonda, todos quieren estar en la cabecera. ¿Dónde estás, rey Arturo?

Mujeres

Se llevó a cabo la Semana Cultural de la Mujer en los primeros días de marzo. Algo apresurado y sin mucho presupuesto, pero lucidor. Organizada por Blanca Villaseñor y Yolanda García, directora del Instituto de la Mujer y encargada de Relaciones Públicas respectivamente, las pláticas del lunes y martes se vieron con poco público, pero del miércoles en adelante el auditorio de la Casa de la Cultura estuvo a reventar.
Muchos ven a esta Semana de la Mujer, que se ha hecho ya en cinco ocasiones consecutivas, un asunto ajeno, pero no deja de ser importante. A los que estuvimos tras bastidores y vimos el trabajo que costó organizarla nos constan las buenas intenciones de Blanca Villaseñor, que no expone un discurso, digamos, demagogo, en relación al sector femenino, sus problemas y las soluciones que se buscan para ellas, sino que verdaderamente busca el beneficio de las mujeres, sobre todo de las víctimas de maltrato familiar, que a fin de cuentas vienen a afectar a todos los hombres y mujeres que estén dentro de este problema. Prueba de ello, y se dijo en su momento, fue la creación de la Unidad para Atención contra la Violencia Intrafamiliar, en el trienio de Enrique Navarro, que desafortunadamente en la siguiente administración fue dejándose de lado, quedando abajo el buen trabajo que se había hecho en los primeros años.
Después de la Semana de la Mujer ahora la meta es, además del tan soñado albergue para mujeres maltratadas en casos de emergencia, hacer accesible a todas las familias la información tanto para prevenir como para actuar en casos de violencia intrafamiliar. Muchas veces este problema se vuelve una emergencia en la que es necesario actuar rápido, en cuestión de minutos u horas una pelea entre esposos puede convertirse en una tragedia. Y a evitar y atender este tipo de cuestiones se quiere enfocar el Instituto de la Mujer, que ojalá pronto se convierta en una Dirección (si se ponen de acuerdo, señores regidores), así como otras a nivel de capacitaciones y desarrollo económico de mujeres de bajos recursos. No dudo que así como dio resultado la UAVI en sus primeros años, así funcionen también estos nuevos proyectos.

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