Siete Días: 23 años ó 6 meses


23 años ó 6 meses

Cuando yo era niña, la mayoría de las mujeres adultas que conocía habían tenido ya algún aborto, y ninguna tenía pena en decirlo, por muy diversas razones que iban desde las que perdieron al bebé por causas naturales, las cuales se sentían muy mal, y las que lo habían interrumpido a propósito, sobre todo porque estaban casadas y o bien el niño no era de sus maridos, o porque estaban molestas con ellos y querían desquitarse.

No vi, sin embargo, a ninguna que abortara porque estuviera en peligro su vida (la de la madre), ni porque fuera el tercer o cuarto hijo y no pudiera mantenerlo, y afortunadamente a ninguna víctima de violación, que son los supuestos que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se discute para despenalizar el aborto. Entre debates que abarcan frentes científicos, religiosos y morales, los legisladores capitalinos no se han podido poner de acuerdo. Hasta el momento, las cuentas iban en 14 votos a favor, 5 en contra y una abstención en la Asamblea Legislativa del DF para despenalizar el aborto antes de las 12 semanas, ya no después, como se había propuesto inicialmente, pero el final de este debate y su consecuente resultado en la ley del Distrito Federal no se verá sino hasta los siguientes días.

Ya por lo pronto el Padre José Rojo, de la Parroquia del Espíritu Santo acá en Tepa, les mandó a decir a los diputados capitalinos que "valen pura madre" por apoyar el aborto. Consideraciones religiosas aparte, habría que concederle razón al buen Padre Pepe. Para saber por qué se produce un aborto, habría que revisar primero por qué se produce el embarazo. Por descuido, la inmensa mayoría de las veces. Según lo que he visto y vivido, las mujeres deciden abortar porque estudiando, les salieron mal las cuentas y no quieren truncar esa "vida por delante" que les espera si terminan de estudiar y se convierten en profesionistas; o porque tienen un novio o esposo pero se embarazaron de otro; o porque nadie debe enterarse que la hija está embarazada. Básicamente, abortan porque un bebé les altera radicalmente los planes que tienen para su futuro. Habría que poner aparte el caso de los hijos concebidos por una violación. Una situación difícil, sin duda, en la que se pueden revisar las alternativas que existen para hacerse cargo de ese bebé, como la adopción.

Supongo que a todas las que hemos estado embarazadas nos ha pasado lo mismo. Cuando nos dijeron que estábamos embarazadas, y sobre todo si eso alteraba nuestros planes para el futuro, no faltó quienes nos aconsejaron que abortáramos, desde el médico que nos confirmó el embarazo (ofreciéndose además a practicar el procedimiento), hasta las amigas o el mismo padre del bebé que esperamos. Muchas decidieron hacer caso, otras decidimos que no. No podría saber quien es feliz ahora a raíz de la decisión que tomaron. Paulina, la niña violada que "obligaron" a tener a su bebé (lo pongo entre comillas porque la decisión siempre estuvo abierta y al amparo de la ley pero fue convencida de lo contrario", se arrepiente de tenerlo y no le da pena decirlo a todo el mundo. Otras mujeres abortaron y se arrepienten. Otras más abortaron y no se arrepienten. Algunas más, como yo, los tuvimos y estamos muy contentas con nuestra vida aunque no sea como pensábamos que sería si nada nos hubiera estorbado. Y no por razones religiosas, pues cada quien puede tener la religión que quiera, sino porque se trata de una vida aparte. Y por amor, por supuesto, hacia el bebé que una va sintiendo crecer. Lo que podría parecer justo para una mujer (decidir quitarse el estorbo de un embarazo) no lo es para un bebé (nacer, ni mas ni menos), y esto no es una imposición moral, sino una cuestión de equidad, de que todos tenemos los mismos derechos, no importa si tenemos 23 años o 6 meses de gestación. Yo, por eso, digo que NO al aborto.

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