Se escapó el dueño de el restaurant El Confesionario

+ Dejó bailando a
sus acreedores

Por Jorge Gerardo Torres Venegas

Lagos de Moreno, Jal.- Cerró sus puertas el restaurant El Confesionario, dejando su propietario Eduardo Anaya Gutiérrez, a mucha gente sin pagarle lo que les adeudaba, justificando que pronto le iban a pagar un dinero que le debían del Ayuntamiento Municipal.

Pero de pronto, un viernes del mes de mayo, ya no abrió sus puertas el restaurant, sorprendiendo, a varios proveedores a quienes dejó sin pagar hasta 15,000 y 20,000 pesos, en especial a los medios de comunicación, que confiaron en él, que sí les iba a pagar, preocupando incluso a toda su familia, sus padres, sus hermanos, que están teniendo que afrontar la vergüenza de un familiar, que no tuvo el valor de enfrentar sus deudas y tomar como dice el dicho popular: “al toro por los cuernos”, prefiriendo huir, escapándose a otra ciudad, posiblemente el Distrito Federal que era donde radicaba.

Sin el más mínimo recato dejó a sus familiares en graves aprietos, por lo que tuvieron que ser sus padres, quienes fueron a recoger los muebles, las televisiones y las cosas que había dejado en el restaurant, que estaba ubicado en un espacio dentro de la Casa de la Cultura de esta Ciudad, con el temor de que pudieran ser embargados los bienes que tenía en este lugar.

Cuando los proveedores se acercaron para saber cuando les iban a pagar lo que les adeudaba José Eduardo Anaya Gutiérrez, recibieron en contestación: “es que Eduardo no sabemos dónde está, ni cuándo se fue, pero son deudas de él”, mencionando que cuando lo encuentren le van a decir que vaya a pagar a todas las personas que les debe.

Desgraciadamente hay gente como Eduardo Anaya, que cuando se les vienen los problemas, no tienen la decisión de enfrentarlos y prefieren huir como cobardes, dejando deudas por todos lados, con personas que confiaron en él, no importándole que deja una mala imagen, en una población en la que viven sus padres, sus hermanos y muchos familiares.

A esta persona lo que le preocupó es irse con el poco dinero que logró obtener y huir en las sombras de la noche, dejando a su paso desilusión y deudas.

En la próxima edición del periódico les comentaremos más sobre esta persona, supuestamente muy solvente de Lagos de Moreno, que prefirió escaparse con poco dinero y no enfrentar las situaciones y deudas que tenía, a pesar de que sabe que si algún día regresa a esta Ciudad, le espera la desconfianza total de todos los que alguna vez confiaron en su persona.