De lo romántico a los hechos

¿Quién entiende a este mundo?

Por Oscar Maldonado Villalpando

Estaba alto el petróleo, las cosas tenían que subir, como es natural. Se viene el caos mundial en la economía, se baja el petróleo, da al traste con los equilibrios y la avalancha termina perjudicando a los mismos de siempre.

Todos escuchamos o cantamos con alegría las canciones mexicanas, aquellas, que decían o dicen de la belleza, que dicen de la riqueza, del amor a la patria y si 'muero lejos de ti'. Así también en la patria chica, en el pueblo.

Pero todo eso se queda allá, en otro nivel. En la realidad ¿quién busca?, ¿quién hace el bien del pueblo?

Todo esto se plantea al bajar a la realidad de cada pueblo. En particular este de San Diego de Alejandría. Viene un partido y promete hacer milagros. Ya van a empezar de nuevo. La gente, con esperanza, vota y los elige. Una vez en el puesto ya no es lo mismo. Siguen otros criterios, se arman de otras componendas. Ya no se busca sinceramente el bien de todos.

Lo bueno se nota, no necesita explicaciones. Los presupuestos se gastan pero San Diego de Alejandría no pasa de lo mismo. Porque no hay un auténtico espíritu de servicio, a la fecha, ahora más que nunca, para dejar buena impresión se hacen obras, pero obras a gusto de los que están en el poder.

Es sumamente penoso lo que se dice. Llegan las planillas no a servir, sino a servirse, a realizarse, según ellos. Es un improvisadero de gobernantes patitos. Cada vez, una y otra vez. Llegan a enseñarse y curiosamente, olvidan las necesidades reales y las soluciones eficientes y efectivas.

Ejercen, se guían por unas ideas contrahechas, justificantes. Es una revoltura mental. Simplemente se hace la pavimentación de piedra ahogada porque eso da trabajo a más personas. Esta revoltura de hacer una obra que beneficie la vialidad, el aseo, la belleza se condiciona con otro criterio, doble fin, doble intención... al mismo tiempo se contrata a un grupo de trabajadores. Y se falla en todo al mismo tiempo como el perro ese que dice el dicho...

No siempre se pueden estar matando dos o tres pájaros de una pedrada. La obra no es eficiente ni efectiva, por el paso del tiempo tal pavimentación vuelve a deteriorarse. No se hace bien el aseo, los ancianos no pueden transitar.

En cuanto al empleo se da trabajo a un grupo selecto. Nunca va a completar el gobierno para satisfacer las necesidades de empleo totalmente. No es patrón solamente, es facilitador, propiciador de empleo, gestor. ¿Qué no se entienden las cosas?

Se cumple muy a medias, se deja pasar la oportunidad. Y así ha sido siempre.

Volveremos a las bellas frases, a las esperanzas inalcanzables. La esperanza muere a la última, pero de todos modos muere ¿Qué nos ganamos?

No nos vamos a alimentar de palabras, de romanticismo por siempre, hay que revolverle. Ahí está la diferencia entre cumplir... en entregar simplemente cuentas a lo mejor, alegres.

Otra cosa es impulsar el bien de un pueblo. Otra cosa es pensar, otra cosa es marcar la historia con obras efectivas. No ese eterno retorno, siempre estar moviendo las mismas piedritas, tapando los mismos hoyos. Ese cuento de nunca acabar y en eso se acaba el presupuesto y ya estuvo, y el beneficio ¿dónde quedó? La gente del pueblo bien que lo sabe, lo siente y lo reclama.

Publicar un comentario

0 Comentarios