Por Rubén Arias Barajas
Vaya para ustedes el saludo semanal de costumbre.
Es muy urgente que se reactive de alguna manera la economía, no solamente de Arandas sino de la región entera, pues el panorama a nivel nacional luce muy problemático. Se tienen que instrumentar acciones urgentes para paliar los efectos que se están sintiendo muy fuertemente respecto a la economía de las familias.
Debe entenderse este fenómeno debido a la crisis financiera que está viviéndose en Estados Unidos y que ha tenido un impacto mundial. Obviamente repercute en nuestro país de muy diversas maneras, pero la que más se ha sentido, es debido a la drástica reducción de las remesas que indudablemente han sido pilar de la economía de muchas familias de la región de Los Altos por el elevado número de paisanos que se han tenido que ir al vecino país del norte en búsqueda de oportunidades mejores para el sostenimiento de sus casas y familias.
Las noticias que llegan de allá, no son nada alentadoras. Muchos han perdido sus empleos, otros han perdido sus casas por la elevación de los pagos en las hipotecas y ni qué decir de aquellos que deben sus automóviles que debido a las facilidades de crédito, se pudieron obtener en su momento y que gracias a la boyante economía de aquel momento, ilusionaron a muchos de gozar de tales comodidades.
Aunado todo lo anterior con las noticias que nos llegan de redadas que las autoridades de Migración han efectuado en varios estados del país del norte, pues el panorama luce desalentador debido a que es conocido que de los principales ingresos que tiene México junto con la venta del petróleo y el turismo, son las mencionadas remesas reducidas, como ya se dijo, en un monto bastante elevado.
La ganadería en la región está muy mal. Los dueños de hatos ganaderos, se quejan amargamente de la falta de apoyos en éste renglón y dicen que resulta incosteable tal actividad por los precios tan bajos de la carne y de la leche. En contraste, las importaciones de tales productos, dicen, han facilitado la invasión de productos extranjeros ante los cuales no pueden competir.
Las inversiones extranjeras o locales, se han visto inhibidas por la incertidumbre que provoca el caos financiero actual y el clima de violencia que se está viviendo en México y la lucha que el gobierno federal sostiene contra el crimen organizado y que ha bañado de sangre varias entidades en una batalla que está lejos de ganarse, pero que no se puede abandonar por ningún motivo.
Estas circunstancias que narro, parecieran tener origen en un gran pesimismo, pero la verdad es que lo que se asevera es cierto; por ello menciono que es urgente que tanto el gobierno municipal como de otros niveles, puedan arrancar lo más pronto posible con los proyectos y programas que tienen contemplados para que se pueda abatir el desempleo y la inseguridad que esto puede provocar; pues de prolongarse mucho esta situación de impacto en la gente, quien sabe qué reacciones puede tener este grupo social. Lo más seguro es que no nos va a gustar a nadie.
Ojalá pues que pronto haya reacciones favorables, para tratar de encontrar el equilibrio y la serenidad que en estos momentos tanto la urge a México y en especial a la región de Los Altos.
Nos leeremos en la próxima entrega.
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