Fe y no el fanatismo lo que mueve a peregrinos

Por Víctor Ontiveros Aguirre

Zapotlanejo, Jal.-
Los peregrinos que cada año caminan de Guadalajara a Tepatitlán dan muestra de fe y no de fanatismo. Su único objetivo es llegar con bien y visitar al Señor de la Misericordia y agradecerle así favores o simplemente cumplir con una tradición.

Como cada año a su paso por Zapotlanejo los cientos de peregrinos que se posesionan de los arcos de la presidencia municipal con el propósito de descansar un poco para continuar su caminata a Tepatitlán, fueron puntuales el pasado 25 de abril. Desde temprano ya las autoridades municipales tenían preparados los alimentos para recibir a los hambrientos peregrinos, además de agua, fruta, y puestos de socorro donde la Cruz Roja y Servicios Médicos Municipales estuvieron remendando pies y tomando la presión a quien lo solicitara y atendiendo las dolencias de la gente.

Una vez repuestos de su fatiga continuaban su marcha custodiados por policías municipales, federales, bomberos, Cruz Roja y familiares que al paso de cada municipio brindan este tipo de apoyo cada año.

Era asombroso para muchos de los que usamos frecuentemente la carretera libre en estos días y que nos toca ver a estos peregrinos, cómo llevan su paso firme a pesar del ardiente sol de abril que pega inmisericorde a cualquier cosa que esté debajo de él. Me llamó la atención escuchar a un compañero de trabajo que decía que hasta dónde llegaba el fanatismo de esta gente.

En mi opinión, a la inmensa mayoría de los peregrinos los mueve la fe. Quizá para algunos andantes sea sólo el ir con los cuates o la novia y tener una nueva experiencia, pero el hecho de caminar con una criatura de un año en una carriola y andar 78 kilómetros a pleno rayo del sol o ver a una mujer de la tercera edad ir solamente con un sombrero y una botella de agua estremece al más osado y la escena invita a reflexionar: si a mí hasta caminar dos o tres cuadras a las 3 de la tarde me mata, ¿a esta gente qué la impulsa a caminar 78 kilómetros? y la única conclusión que encuentro es que es la fe. La idea que cada caminante trae fija en su cabeza es llegar a Tepa y ver al Señor, a su creador, en compensar con este esfuerzo algo de lo mucho que les ha dado, que es la vida.

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