Habemus sacerdotes

Por Sergio Antonio Figueroa Garnica

“No necesitan médico los sanos sino los enfermos”
Jesús Cristo


Quiero iniciar con una sincera felicitación para don Dimas Ramírez y doña Lolita por su sesenta aniversario de vida matrimonial celebrada el día viernes, donde agradecieron con una emotiva misa ante el Señor de la Misericordia. Procreadores de 12 hijos, ejemplo de lo que la vocación en pareja puede tener para lograr frutos en el sentido de una familia cimentada en los valores alteños. De todo corazón, muchas felicidades. El Espíritu Santo esta de fiesta.

Al hablar de la vocación que emprende una persona no deja uno de maravillarse por las personas que han tomado el camino del sacerdocio y se lo comento porque quiero invitarlo a que ante un acontecimiento tan importante como es recibir el Sagrado Orden del Presbiterado que se estará llevando a cabo este mismo sábado 30 de mayo para cuando usted esté leyendo esta columna o quizás cuando lea este comentario días después.

8 nuevos sacerdotes tendrán sus cantamisas en diferentes lugares de la región Altos Sur, me siento como el Mercurio que anuncia la llegada de nuevos pastores, ahí le van los nombres y lugares:

El día 1º de junio el diacono Luis Eduardo González Reynoso en San Miguel el Alto a la doce del medio día (todas las cantamisas son en el mismo horario), el día 2 de junio le toca al diácono Francisco Tapia Barajas en el Santuario del Señor de la Misericordia, el día 3 de junio el cantamisa será para el diacono Rafael Plascencia Iñiguez, en el templo de San Felipe en Tepatitlán, el día 4 de junio le toca al diácono Juan Pablo Ríos Orozco en el municipio de San Ignacio Cerro Gordo.

Para el día 5 de junio nuestros hermanos de Capilla de Guadalupe también estarán de fiesta y por partida doble pues el diácono Alejandro González González y Manuel Guadalupe Torrano Narváez celebraran su cantamisa, para el día 6 de junio en Valle de Guadalupe con el diácono José de Jesús Lara Vallarta y finalmente el día 9 de junio celebra en la parroquia de San Juan Bautista en San Juan de los Lagos al diacono Gustavo Padilla Padilla.

La bendición será con la imposición de manos por parte de nuestro señor Obispo Don Felipe Salazar Villagrana en una concelebración Eucarística en la Casa Pastoral Juan Pablo II ubicada en San Juan de los Lagos.

Pero el sábado tiene seis sorpresas más, porque dentro del Sagrado Orden del Diaconado hay seis jóvenes que recibirán la imposición y ahí le van sus nombres: Juan José Aguayo y Jasiel Gregorio Ruíz Cervantes, ambos de Lagos de Moreno; Moisés Hernández Hernández de Arandas; Martín Federico Rizo Soto de Ayotlán; Jaime Fonseca González de San Francisco de Asís y finalmente mi buen amigo, de Tepatitlán, José de Jesús Barba, el padre Chuyito.

A todos una efusiva felicitación, especialmente a sus tutores que los han llevado a concluir etapas y que conllevarán a rendir frutos en una sociedad que ha evolucionado a ritmos muy acelerados.

Sobra decir que a mi buen amigo Chuy Barba se le reconoce su esfuerzo, a su familia igualmente una felicitación enorme especialmente a su mamá, pero para nosotros en Tepatitlán es motivo de mucha alegría, como en toda la región alteña.

El sacramento de la Ordenación se confiere a aquellas personas que la Iglesia constituye, con carácter de permanente para ejercer los servicios de la comunidad, El Espíritu de Dios designa quién va a cuidar el rebaño.

Hay tres grados en el ministerio de la Ordenación: Obispos, Presbíteros (por lo general llamados padres o sacerdotes) y los diáconos. Los Obispos ejercen plenamente, en unión con el Papa, el gobierno, la enseñanza y la jurisdicción sobre las respectivas Iglesias particulares que les fueron asignadas.

Los presbíteros son colaboradores de los Obispo para dirigir comunidades parroquiales y ejercer las funciones sagradas, en especial, presidir la celebración eucarística.
Los diáconos son colaboradores del Obispo al servicio de la comunidad fraterna, del ministerio de la palabra y de la distribución de la Eucaristía.

Los títulos de Cardenal, Monseñor, Canónigo no incluyen el sacramento pues son títulos honoríficos o ligados a las funciones eclesiásticas específicas.

Los seminarios (semilleros o semillas) son importantes para la formación de los nuevos sacerdotes pues nuestra sociedad en la que vivimos nos ha convertido en seres muy egoístas. Los medios de comunicación o la publicidad, digo no toda, nos ha creado necesidades artificiales que mediante posesiones materiales podemos hacer todo cuanto queramos, pues nos sentimos omnipotentes pero cuando esa realidad nos decepciona, llega la depresión y nos agobia.

La moral cristiana de la dedicación al prójimo es mejor remedio contra los males de la vida hoy y siempre.

Bienvenidos los nuevos pastores que la mies es mucha. Recemos por estas vocaciones y alejemos las tentaciones.

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