Le clausuran puesto de tacos por traer una manta de Cecilia

+ Envidia y prepotencia acabaron con su única fuente de ingreso

+ Y el que debería atenderla está coordinando campaña del PAN

Su único pecado –dice Teresa Griselda Lozano- fue haber colocado en su puesto de tacos una manta de Cecilia González, por lo que el ayuntamiento en venganza le clausuró el negocio; encima, el único que puede resolverle su situación para que pueda reabrir su puesto, se encuentra haciendo campaña a favor del candidato del partido en el poder y por el momento no atiende su puesto en el ayuntamiento.

Teresa, buscando una manera de darle sustento a su hogar, decidió poner un puesto de tacos de olla afuera de su domicilio, ubicado en Bartolo Hernández 258-A. Hizo su petición a la dirección de Padrón donde le enumeraron una serie de requisitos y ella se encargó de cumplirlos; sin embargo no le dieron una respuesta pronta pero sí le dijeron que mientras iniciara con la venta de tacos y posteriormente le enviarían la autorización.

Así lo hizo Griselda Lozano, ya sin preocupaciones por lo que le dijeron en la presidencia. Sin embargo un día se le ocurre colocar en su puesto una lona de apoyo a la candidata Cecilia González y al día siguiente le llega un aviso donde se le ordenaba que debía quitar su puesto inmediatamente de ese lugar.

La señora tiene sospechas del motivo por el que le ordenaron levantar su negocio, aunque alega que no incurre en ninguna irregularidad, pues Padrón y Licencias establece que su negocio debe estar mínimo a 150 metros de distancia de cualquier otro que venda lo mismo y que además no se puede ubicar afuera de iglesias, plazas, hospitales o escuelas, todo lo cual respetó siempre su puesto de tacos.

“Yo pienso que –dice la afectada- es influencismo (sic), que nomás porque tengo un cartel o una lona de la señora Cecilia me están retirando. Y como el señor (Arturo Pérez Martínez) va a comer allí con la señora (de la esquina) y ella le contó el conflicto que tenía porque yo vendía un poquito más, y dicen que mi puesto es un comercio informal porque estoy en la calle y no tengo derecho a vender tacos”.

Teresa recolectó firmas de varios vecinos donde ellos manifiestan que no tienen ninguna objeción en que se instale ese puesto de comida. Sin embargo en el ayuntamiento sólo se limitan a amenzarla con que si no quita su negocio lo harán ellos mismos; el motivo nadie lo conoce.

Continua la afectada: “Este permiso lo solicité ante Fernando Plascencia pero él está con licencia, yo voy a que me den información y me dicen: ‘no se encuentra el licenciado Plascencia porque está coordinando la campaña electoral de Arturo’. Se quedó el de Tesorería, Chuy de la Torre, a cargo pero nunca está…”

“Y me dan vueltas para un lado, vueltas para el otro, me dicen ‘no, porque está cerca de la clínica, no, porque estás cerca de una señora que vende lo mismo’, y no es así, yo exijo que se le haga chequear su licencia porque otro inspector vio el acta y me dijo: ‘¿Sabes qué muchacha? Yo te conozco, eres una persona trabajadora, te están retirando de aquí y yo no sé por qué. Ve y habla a con un par de regidores y exprésales porque esto es pura revancha’”.

“Pero como a ese negocio va a comer el señor Arturo y toda su comitiva, ahí llegan y comen bien contentos. Llegó otra vecina y me contó que esa señora dijo: ‘Arturo me la va a sacar de aquí, que al cabo el que está de Padrón y Licencias, Fernando Plascencia, le está coordinando su campaña electoral’. Sí, ese es – le dije”.

La señora no halla qué hacer, su esposo está desempleado y deben pagar agua, renta, luz, etcétera y por eso ideó vender tacos. Dice que ni modo que a los que no tengan trabajo no les vayan a cobrar nada… Griselda rebasa los 30 años y ella misma señala que a esa edad ya nadie encuentra trabajo. Ella y su esposo no tienen hijos y apenas tienen una humilde casa con lo más indispensable y si no la dejan trabajar pues nomás no podrá salir adelante.

Lamenta que a pesar de vivir en un país democrático no pueda expresar libremente sus preferencias políticas porque el gobierno le quita su fuente de trabajo. “En vez de eso, deberían ir tras los secuestradores y vendedores de droga”, lamenta Teresa.