SEDENA

Por David Alberto Jáuregui

En un país con supuesta esencia pacifista como es México, el ejército mexicano en cualquiera de sus representaciones es de las pocas instituciones que aún guardan buena percepción en la mayoría de la población, esto a pesar de sus excesos históricos y actuales como la represión estudiantil el 2 de octubre de 1968, la represión en muchas poblaciones indígenas y pueblos, cateos ilegales, violaciones a mujeres y a los derechos humanos como torturas, desapariciones de opositores en algunas etapas, etcétera.

Otra característica en contra del ejército es que siempre apoya incondicionalmente al gobierno en turno, esto sería normal y loable siempre y cuando no se saliera de sus principales objetivos, ¿cuáles objetivos? Defensa del pueblo, Defensa del territorio nacional, Defensa de las instituciones democráticas del país, Defensa de los gobiernos democráticos… En esencia, defensa de todo lo mexicano legal y democrático.

A través del tiempo esta supuesta finalidad de las fuerzas armadas ha quedado rebasada o no han cumplido a cabalidad por varias razones, sometimiento a políticos y no a instituciones. Desde el tiempo del PRI fue claro que el ejército obedecía órdenes del presidente en turno por corrupto o represivo que fuera; a mi parecer cuando un presidente se sale de su mandato por corrupto o por intereses ajenos del supuesto servicio a la patria, está demostrado que la única institución que puede meter un freno a esta inercia de descomposición es el ejército, no necesariamente mediante un golpe de estado sino con la sola recomendación clara y directa al político en turno de que el ejército no se prestará a servir a corruptos o a intereses ajenos a la nación, como ha sucedido en los últimos tiempos, en donde los presidentes disponen del país a su antojo y a su beneficio.

El actual gobierno federal pretendió comprar la confianza y el apoyo incondicional de la SEDENA mediante prebendas y beneficios específicos para la milicia, cabe mencionar que muchos de estos beneficios no llegan totalmente al soldado raso y a los niveles más bajos; como todo en la burocracia, los beneficios en gran parte sólo alcanzan para los primeros niveles, esta situación yo la considero un soborno de FECAL (Felipe Calderón) a los militares a cargo de la SEDENA.

A través del tiempo ha quedado demostrado que la defensa que el ejército ha ejercido ha sido principalmente a políticos, no a instituciones, o mejor dicho a nombre de éstas los políticos que tanto han dañado al país salen cubiertos y protegidos, ejemplos los tenemos con cualquier presidente desde tiempos del PRI, peor ahora con los del PAN, corruptos profesionales que se han enriquecido hasta el hartazgo en sus cargos públicos.

Ya para qué mencionar secretarios de estado, gobernadores, etc. El dejar en las corruptas autoridades civiles llámense poder judicial, poder legislativo y más marcado aún en el poder ejecutivo, la aplicación de la ley, léase constitución, hasta ahora justicia selectiva e impunidad cínica, hasta hoy en día han sido un verdadero fraude al objetivo de cada uno de los poderes y peor aún al mismo pueblo.

Que Calderón este militarizando al país so pretexto de su “guerra” contra el crimen organizado debería ser aprovechado por un gran grupo de militares inconformes de cómo se están dando las cosas en el país para poner un freno al poder corrupto y deformado de los gobernantes, posiblemente sin llegar al llamado golpe de estado, porque está demostrado que cuando el ejército toma el poder absoluto en algún país pasa exactamente lo mismo, es decir se terminan las libertades y aumenta la represión, como en Chile, Argentina o Brasil, pero sí realizar algunas declaraciones directas que avalen su posición como parte de una estructura democrática y no como instrumento de represión para proteger intereses bastardos de políticos corruptos.

Durante el sexenio del farsante de Fox, en sus inicios el secretario de la Defensa dio un discurso sobre la posición del ejército ante los gobiernos en turno, que no se prestarían a apoyar movimientos en contra del pueblo, desgraciadamente este discurso sólo quedó en el papel, en el gobierno actual de Calderón al poco tiempo la SEDENA pasó a ser parte de una estructura doblegada y al servicio del presidente en turno, un instrumento de intimidación y represión, con actividades policíacas ante la ineptitud y corrupción de instituciones del poder ejecutivo, o para lucir armamentos (innecesarios) en desfiles, en muchas ocasiones ni siquiera utilizados en desastres y menos aún con una utilidad práctica, mas cercanos a la intimidación que al festejo mismo.

En Honduras, su presidente en turno pretendió utilizar al ejército para controlar un plebiscito en donde se determinaría legalizar su reelección indefinida. El ejército, el poder legislativo y la suprema corte de justicia, que realmente resultaron mas demócratas que el supuesto gobierno demócrata, se opusieron a esta farsa derrocando a dicho presidente, y llevando en forma inmediata a otro civil a la presidencia, obviamente no faltaron las declaraciones de múltiples presidentes aprovechando una cumbre internacional celebrada en Nicaragua, muchas declaraciones de rechazo a este semigolpe de estado.

Aquí la observación está en que muchas de estas declaraciones fueron obra de personas que han llegado al poder mediante fraudes o francamente con golpes de estado, es decir en donde la supuesta democracia y legalidad ha brillado por su ausencia, las reelecciones en Venezuela, el régimen autocrático en Cuba, el fraude electoral aquí en México, etc. está claro que si no es por la fuerza implícita de los ejércitos correspondientes muchos seudo demócratas corruptos en sus principios y acciones, permanecerían “eternamente” en sus puestos, ejemplos Cuba y Venezuela que en su momento sacaron a verdaderos corruptos del poder pero después ellos repitieron muchos de los errores que tanto criticaban en su momento. Calderón se “desgarra las vestiduras” pero él que calidad moral tiene para criticar un derrocamiento de un gobierno que se sale de sus principios democráticos.

¿Usted qué piensa? ¿SEDENA al servicio del pueblo o del presidente en turno?