El secreto del éxito de Carlos Franco

+ Jugaba a escondida de sus papás el futbol americano

Por Bob Highfill, editor del Record Sports (traducido por 7 días)

Cuando era niño, Carlos Franco escondía su equipamiento para jugar fútbol americano en el patio de su casa de su familia en Stockton del Este. Sus padres, Jesús y Aurora, ambos inmigrantes de Tepatitlán, creían que el deporte era una pérdida de tiempo.

"Tuvo que ver con su crianza. Ellos (sus papás) nunca entendieron el deporte", dice Franco, ahora entrenador de fútbol americano de la escuela Franklin Alto, donde también enseña educación física y trabaja a tiempo parcial en la Joyería y Casa de Préstamo Cassidy en el centro de Stockton.

Hace marca en la universidad

Franco mantuvo un secreto el fútbol ante sus padres, para jugar con el Eastside Lions y en un programa de fútbol juvenil; fue hasta que obtuvo una beca para jugar en el Trinity College en Illinois cuando sus padres apreciaron lo que el deporte había hecho por su hijo.

Hoy en día, Franco y otros seis serán incluidos en el Salón Mexicano de la Fama de Deportes en Stockton, en el Elkhorn Country Club.

"Para mí, practicar el deporte te mantiene sin molestias, en buenas condiciones físicas, pero sobre todo, me consiguió una educación", dijo Franco. "Por eso, tengo mi título y no puedo enseñar en mi alma mater sin remontarme a la forma en que inicié en el deporte".

Franco, ahora de 36 años, empezó a jugar fútbol americano a los 9 años, cuando su hermano mayor, Sam, firmó para los Lions sin conocimiento de sus padres.

Franco escondía su casco y almohadillas todos los días después de la práctica entre la manguero de riego del patio de su casa antes de entrar a ella. Trabajó en el campo y en otro empleo de tiempo parcial hasta ingresar a la universidad. Fue un buen estudiante.

"Ningún de nosotros fue un perezoso", dice Franco, que tiene cinco hermanos.

Franco fue elegido Jugador Más Valioso (MVP) de Franklin, y los Lions lo seleccionaron para el Juego de las Estrellas en una categoría superior. Jugó en el Trinity College con Leslie Frazier como entrenador, quien fuera defensa en el equipo campeón Osos de Chicago, en el Super Bowl 1985.

"Es un duro corredor en la zona defensiva, además buen estudiante y buena persona", dijo Frazier, ahora coordinador defensivo de los Minnesota Vikings.

Franco tiene aspiraciones de jugar en un nivel superior, por lo que se trasladó después de su primer año a Cal State Hayward, ahora Cal State East Bay, donde obtuvo todos los honores de liga junior y su segundo año. Luego se fue a Humboldt, donde se convirtió en capitán de equipo.

También tiene un título de licenciatura en educación física de Cal State Hayward, y maestría en educación intercultural de la Universidad Nacional.

Es soltero y vive en Stockton, al igual que sus padres y hermanos: Martina, Oralia, Sam, Griselda y Jesse.

"Estoy viviendo mi sueño -dijo Franco-; se siente grandioso pertenecer a Franklin y estar haciendo estas cosas".

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