Preocupa a agricultores escaso temporal de lluvia

+ Se proponen soluciones, como la "bodega de agua"

Tototlán, Jal.-El pobre temporal que se está viviendo en el estado de Jalisco y sobre todo en la región Ciénega donde esta asentado el municipio de Tototlan tienen alarmados a los productores de maíz, y otros productos derivados del campo.

La poca lluvia está afectando las cosechas de temporal que son la gran mayoría de las sembradas en esta zona, mismas que sostienen a miles de familias de Tototlán. La milpa ha crecido menos de lo que debería. Hay cosechas que sólo han levantado menos del medio metro, por lo que si en los próximos días no se regulariza el temporal empezarán a declararse pérdidas totales.

La presa Garabatos ubicada al norte del municipio que por años ha surtido de agua a las zonas de riego de Tototlan está prácticamente seca; en otros años ya se notaba su recuperación y a estas alturas sólo tienen un 30% de su capacidad, si esto continua el riego de tierras estará también afectado hasta la próxima temporada de lluvias, aseguró Agustín Lomelí, uno de los principales forrajeros de la región.

Tototlán es una zona agrícola y ganadera, actividad que viene siendo la mas importante como fuente para sostener a los habitantes de este municipio, las grandes forrajeras y empresas lecheras dan trabajo a cientos de personas, una parte importante de sus habitantes sobre todo de la zona rural vive del campo y en estos momentos ya existe una preocupación seria por el pésimo temporal y no se sabe cómo van a enfrentar los pagos de créditos que adquirieron para sus siembras por lo que el futuro.

Implementan bodegas de lluvia para el riego

Los cultivos agrícolas no deben estar a la buena suerte del comportamiento de las lluvias. Este año es ilustrativo, de que la precipitación pluvial escasa puede traicionar las expectativas de cosechas exitosas. Una forma de contrarrestar lo voluntarioso de la lluvia, es almacenar el agua de la misma y aplicarla según convenga a través de riego por goteo. Esta alternativa se conoce como las bodegas de lluvia. En el municipio de Tototlán, se tiene un ejemplo piloto por parte del productor de maíz, René López Ruelas.

El agricultor comenta que las bodegas de lluvia son una obra de captación del agua, para su almacenamiento y posterior bombeo a las parcelas en forma dosificada para compensar la falta de humedad de precipitaciones pluviales -sobre todo cuando las lluvias escasean, como en los temporales malos o en los meses de agosto y septiembre, cuando la milpa requiere del llenado del grano en el caso del maíz-, tal como ha sucedido en el presente ciclo en que el comportamiento de las lluvias ha sido escaso e irregular.

En un temporal promedio de su región -menciona- la bodega puede captar unos cuatro millones de litros de agua, lo que permite fácilmente contar con el vital líquido para regar el maíz del presente temporal y para después utilizarla en un cultivo de invierno. En su caso, él pretende sembrar brócoli después de levantar su cosecha maicera.

René López Ruelas detalla que él se decidió a invertir en esta técnica de acopio del agua de lluvia al haberse convencido de sus beneficios por haber conocido a un destacado ingeniero mexicano que las promovió durante muchos años: el maestro Samuel Trueba Coronel, uno de los más destacados egresados de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo.

Hace mención de que a las bodegas también se les llama ya en lenguaje coloquial "metates de agua", porque tienen la forma de este antiguo utensilio de las cocinas mexicanas hecho a base de piedras. La bodega supone aprovechar un terreno con pendiente, para con ello facilitar la acumulación del agua que se va a almacenar.

En cuanto a su costo, puntualiza que en costos actuales requiere de una inversión de 350 mil pesos para la adquisición de una membrana de un plástico especial que facilita el desplazamiento del agua a su sitio de captación. Si bien, el costo pudiera desalentar su adquisición, el entrevistado habló de que la membrana tiene una superficie de tres mil metros cuadrados y una vida útil de 25 años.

También resaltó que con una aplicación de buenos paquetes tecnológicos y buenas cosechas de granos u otros cultivos, como las hortalizas, en un plazo cercano a los tres años se consigue la recuperación invertida con los ingresos obtenidos en los productos agrícolas.

Reto para tierras de temporal

López Ruelas subraya, que estas obras para aprovechar el agua de lluvia ameritan multiplicarse al máximo en las tierras de temporal y donde hay veda para la perforación de pozos, ante la necesidad de nuevas alternativas. Al respecto, otro agricultor vecino, Carlos Flores, comenta que en el distrito rural de La Barca "solamente 10 por ciento de las tierras tienen acceso al riego, por lo que los 'metates de lluvia' tienen mucho que beneficiar".

Rodolfo Aranda, productor de Tototlán, pone la comparación entre milpas sin riego en este tiempo que no han crecido y las que han recibo el agua de la bodega de lluvia y que miden actualmente más de un metro de altura, lo que deja con claridad los beneficios de esta tecnología de aprovechar el agua del temporal.

El agricultor de Jamay, Juan Godínez Martínez, también señala que estas obras de las bodegas de lluvia deben ser motivo de apoyo en a las acciones que los gobiernos federal y estatal canalizan al campo.

René López agregó, que cada vez el agua será más determinante para la agricultura, por lo que las bodegas de lluvia deben ser utilizadas y apoyadas en todo lo posible para su establecimiento.

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