Bailando con los mormones

+ ¿Una pachanga en el templo? pues sí...
+ Puros solteros o puros casados, eso sí
+ Me quedo con mi religión, pero respeto


Por Fabiola González Ontiveros

Soy católica y nunca había tenido la oportunidad de acercarme a conocer otras religiones… hasta ahora.
Como vivo en una ciudad grande, hay más diversidad de religiones, no como en Tepa donde casi toda la ciudad pertenece a una sola religión y está bien, total, cada quien cree en lo que quiera, pero pude conocer más opciones.
Tengo una amiga que es mormona y que nos invitó a una actividad que tuvieron en su iglesia. Me llamó la atención que nos invitara, aunque pensándolo bien es de lo más normal, bueno, en la religión católica no se le cierran las puertas a nadie, pero como uno ni se pone a ver ni a pensar en las demás, se me hizo un poco raro que nos invitara.
Ya nos había invitado en alguna otra ocasión, pero en ningún momento fue con el afán de convencernos de nada, sólo fue porque habían organizado una fiesta y pues como éramos sus amigas, para que pasáramos un buen rato.
El evento de esta vez era como un baile y fuimos como espectadoras nada más, sin involucrarnos en las actividades. Yo tenía mis dudas, porque como todo eso era nuevo no sabía qué esperar. Francamente no tenía ni idea.
Ya nos había contado muchas cosas de su iglesia, que iba los martes y jueves, que el domingo también pero aparte era como su día de guardar, nos contó que no deben fumar ni tomar ni vicios de esos, tal vez "deben" no es la palabra correcta, porque no les prohíben nada, sólo los aconsejan no hacerlo.
Es muy apegada a su iglesia y hace lo que le aconsejan, lo sé porque la he acompañado a fiestas y no toma nunca, la he invitado a lugares en domingo y no va porque es su día de guardar; lo que me parece bien, si a ella le da tranquilidad su estilo de vida y así es feliz, pues está bien.
Cuando le dijimos que sí iríamos nos dijo que como visitantes podíamos ir vestidas como quisiéramos, pero que no fuéramos muy destapadas y de preferencia no enseñar los hombros, así que le hicimos caso y llegamos a su iglesia. Esta es otra cosa, tampoco me esperaba que fuera ahí, no me imaginaba a los católicos haciendo un baile a mitad del templo, no sabía cómo iba a ser el asunto, pero resulta que su iglesia es como un conjunto de salones grandes a los que llaman capillas, pero no tenían imágenes de nada, sólo un pequeño escenario y sillas alrededor, así que parecía más un auditorio que una capilla a las que estoy acostumbrada a ver.
Al entrar me llamó muchísimo la atención ver cómo estaban bailando, era en parejas solamente, hombre y mujer, haciendo una gran hilera de parejas a lo largo del salón; no había grupitos bailando como normalmente yo lo hago, y los demás sentados. Veía que los hombres sacaban a bailar a las mujeres, y estaba observando esto cuando de repente llega un muchacho y me saca a bailar a mí. No estoy acostumbrada a bailar así, pero para no ser descortés igual me paré. Cuando fui a sentarme le pregunté a mi amiga si siempre era así y me contestó que sí, que se suponía que los hombres tenían que ser caballerosos y si veían a algún mujer sentada sacarla a bailar.
Otra cosa que se me hizo interesante es que en el baile ese las personas más grandes tenían 24 años, pero no había nadie más por encima de esa edad, todos éramos más o menos de la misma edad. No había gente adulta, bueno, no había papás pues… había encargados que eran un poco más grandes, pero me dijo mi amiga que ellos ya habían tenido una especie de cena baile en días anteriores, sólo para parejas casadas, y que si tenían hijos ponían una guardería para que no tuvieran el problema de cuidar a los niños, algo así como lo de Encuentros Matrimoniales, muy parecido.
Todos me parecieron muy amables, me pareció raro que hicieran ese tipo de eventos ahí en la iglesia. Y los hacen a cada rato, de hecho mi amiga nos invitó a una taquiza a la que no pude ir, pero es bonito que todos se conozcan y se lleven bien.
Sin embargo esa religión no me llamó, por lo tanto me quedo con la mía. Pero me enseñó muchas cosas y seguramente voy a aprender otras tantas, todavía creo que me falta mucho, pero esto me ayudó a derribar algunos mitos que tenía y que tenemos todos, porque no nos damos la oportunidad de conocer cosas nuevas y creemos que sólo lo nuestro es lo que sirve y nada más.
Aprendí a respetar no sólo a esa, sino a todas las religiones, porque como ya mencioné anteriormente, cada quien cree en lo que quiera, y si les funciona pues qué bien. Puede ser que no compartamos la manera de pensar de las demás personas, pero lo más importante es el respeto.

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