¿Nada por hacer?
Por Alejandro González Ontiveros
Miguel Franco Barba ya dijo que ya no hay nada por hacer, que todo lo hizo ya la administración que él encabeza y que está a unos días de finalizar; así que para los que vienen la cosa va a estar más fácil.
Podría el nuevo ayuntamiento no hacer ninguna cosa (léase obra pública) y limitarse a administrar y proporcionar servicios a la población durante tres años y técnicamente estaría cumpliendo con el mandato de gobernar; pero la gente espera mejorías, nuevas calles, más agua, etcétera y si no viera esto al final del trienio diría que el gobierno estuvo más bien mediocre y con razón.
Así que, no podría quedarse Cecilia González de brazos cruzados y no gestionar recursos para obras, no buscar la cooperación de los distintos actores de la sociedad y niveles de gobierno para procurar una mejor calidad de vida de los habitantes con mejores servicios públicos.
Aún así, si decidiera la priísta no hacer nada como sugiere el actual alcalde, de todas maneras habría mucho por corregir, como el concreto del boulevard Anacleto González Flores, los puentes peatonales que nadie se anima a usar por lucir tan frágiles e inseguros o renovar el asfalto de la Carnicerito, que el actual ayuntamiento no exigió que el gobierno federal lo repusiera a cambio de desviar el tráfico pesado que tiene meses pasando por plena ciudad por un puente carretero que no se ha concluido.
Son varias cosas que habrá que arreglar porque el actual ayuntamiento no las hizo bien; pero esto no es exclusivo de ahora, baste recordar que el ayuntamiento de Ramón González debió cambiar el concreto estampado que la administración de Chacho lo puso al "ahí se va" y no sirvió para nada.
La actual administración ya no pisa el acelerador, va en neutral por la recta final de su trienio, es más, ya hasta apagaron el motor, aprovechando que falta poco por recorrer y que con el puro "vuelo" llegarán al final. Sus tripulantes están más bien ocupándose en hacer cuentas, en explicar por qué gastaron tanta gasolina y no corrieron tanto como se esperaba, mientras que los mecánicos en los pits están preparando alguna justificación para aquellas herramientas que ya perdieron o echaron a perder y que deben entregar a los que siguen.
Miguel Franco, el piloto, quizá sea el menos culpable. El no pidió el cargo y aún así se lo dieron y encima entró a trabajar con personas que él no escogió, de las cuales a algunas nunca les pareció tener que trabajar para un nuevo piloto y hasta se animaron a sabotear el trabajo.
El buen juez por
su casa empieza
Tuvo que irse a Puerto Vallarta a probar suerte y demostrar que lo suyo es la tocada y la cantada. Mi amigo Daniel Rodríguez Salinas ahora se abre paso en el difícil mundo de la música, específicamente en el hip hop, género que no es de mi agrado pero que reconozco que Daniel no lo hace tan mal.
Es una pena que haya tenido que dejar Tepatitlán para demostrar (incluido a un servidor) que lo de la artisteada sí es su vocación y nunca fue un pasatiempo. Quien quiera ver el trabajo de Daniel Rodríguez, conocido también como El Juez, puede poner en el explorador de su computadora la liga http://www.youtube.com/watch?v=4W2jdKwyjKU o en la página de www.youtube.com.mx hacer una búsqueda con la palabra clave "vizeverzo".
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