Ante ataques al Papa por los medios

Veracidad y juicio recto: Busquemos la
verdad con serenidad y espíritu cristiano

Por Óscar Maldonado Villalpando

Diversos medios de gran prestigio en el mundo, tomando, fuera de lugar algunos documentos y acontecimientos, acusan al Santo Padre de encubrir caos de pedofilia y levantan un injustificado clamor que pide su renuncia.

Ha durado veinticuatro horas el nuevo bulo (chisme) americano lanzado por la Associated Press contra el Papa. Incluso los medios más hostiles, presionados por los expertos en derecho canónico, han dado marcha atrás. Pero con la consigna del “calumniad, calumniad, que algo queda”, a los usuarios más distraídos de los medios de comunicación les quedarán en la cabeza sólo los titulares según los cuales el actual Pontífice en 1985 “protegió a un cura pedófilo”.

Como católicos, si queremos saber más, si queremos opinar, debemos estudiar el proceso de los hechos y de la información antes de sacar conclusiones apresuradas y tendenciosas como han hecho esos medios.
Esta nota aclara que la competencia hasta antes de 2001, sobre el caso mencionado, le correspondía a obispo de Oakland, California, no al Cardenal Ratzinger, entonces encargado de la Congregación para la doctrina de la fe. Y está claro que no hay culpabilidad. El asunto, en ese tiempo, estaba en manos del obispo correspondiente.

Tampoco se puede culpar a la Iglesia, ni de Oakland ni de Roma, de los abusos cometidos por el sacerdote pedófilo, una vez que fue reducido al estado laical, 1987. La vigilancia, juicio y castigo correspondían a la autoridad civil.

O sea que la Associated Press, ha soltado su información sin otro fin que levantar polvo y atacar a la figura del Santo Padre y de la Iglesia. Tan no se trata de ocultar información y de negar los hechos que también para estas fechas se ha difundido, por parte de La Santa Sede, la información siguiente: La Santa Sede publica una guía sobre el procedimiento en casos de abusos para explicar cómo trabaja la Congregación para la Doctrina de la Fe en estos casos

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 12 de abril de 2010 (ZENIT.org).- Desde hoy, el sitio web de la Santa Sede ofrece una Guía para comprender los procedimientos básicos de la Congregación para la Doctrina de la Fe ante casos de denuncias por abusos sexuales.

Así lo informó hoy Radio Vaticano, explicando que esta iniciativa “no es un nuevo documento, sino un resumen de los procedimientos operativos ya definidos, que puede ser de ayuda para laicos y no canonistas” a la hora de comprender la actuación de la Congregación.

Los procedimientos se remiten, explica la emisora pontificia, “al Motu Proprio Sacramentorum sanctitatis tutela (MP SST) del 30 de abril de 2001 y al Código de Derecho Canónico de 1983.

Este procedimiento, que está en vigor desde 2001, comienza cuando una diócesis indaga sobre la sospecha de abusos sexuales por parte de un religioso. Cuando la sospecha resulta verosímil, el caso se traslada a la Congregación.

“Siempre debe tomarse según las disposiciones del derecho civil en relación con la denuncia de esos crímenes a las autoridades civiles”.

Desde la fase preliminar y hasta la conclusión del caso, el obispo puede tomar medidas preventivas. “En realidad, al obispo se le confiere siempre el poder de tutelar a los niños limitando las actividades de cualquier sacerdote de su diócesis”, sea “antes, durante o después del procedimiento”.

Ambos procedimientos – judicial y administrativo penal – pueden comportar un cierto número de penas canónicas, incluyendo la dimisión del estado clerical.

En casos de especial gravedad, en abusos de menores o cuando las pruebas sean “aplastantes”, la Congregación puede llevar este caso directamente al Papa, pidiéndole que emita un decreto, que será inapelable, de dimisión del estado clerical.

http La Guía (en inglés) puede consultarse en: http://www.vatican.va/resources/resources_guide-CDF-procedures_en.html

Antes de dar por hecho las informaciones y, sobre todo, las afirmaciones de los medios en esta materia, se debe juzgar muy minuciosamente la veracidad y, luego más detenidamente las conclusiones, que esos mismos informadores quieran atribuir o deducir tendenciosamente.

Publicar un comentario

0 Comentarios