Que los mató por problemas económicos

El Universal.- El padre de los niños que fueron encontrados muertos en un parque de Gustavo A. Madero, Javier Covarrubias González, declaró que mató a sus hijos debido a sus problemas económicos, pero quería continuar con su esposa.

"Decidí privarlos de la vida porque ya no podía con todo lo que tenía encima, es decir escuela, trabajo, mantener a mi familia, pagar renta, comida, pasajes, leche, todo", fue la justificación de José Covarrubias para asesinar a sus dos hijos.

La declaración ministerial del doble filicida, quien en las próximas horas será traslado a un reclusorio, agrega que para salir de toda la carga económica que tenía "no se me ocurrió otra salida más que quitarle la vida a mis hijos".

Sin embargo, dijo que luego de dar muerte a sus niños, pensaba seguir con su esposa Irma, con quien dijo, se llevaba muy bien.

Por otra parte, Irma, la mamá de las víctimas, identificó el cadáver de su hija Isis Liliana, el cual se encuentra en el Servicio Médico Forense (Semefo), al igual que lo hizo con Darien (el otro hijo fallecido).

La mujer salió del forense casi corriendo de los medios de información que la esperaban.

La Procuraduría espera confirmar la identidad de las víctimas, tras analizar los resultados de las pruebas de ADN, pero es casi seguro que se trate de los hermanos Covarrubias, se informó, pues llevaban la misma ropa que su propio padre les puso tras bañarlos y llevarlos a un cerro para asesinarlos.

El titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Miguel Ángel Mancera, entrevistado en el noticiero matutino de MVS Radio, recordó que la mujer señaló que el 18 de mayo pasado, cuando presuntamente se cometió el homicidio, su esposo llegó muy sucio de tierra.

De acuerdo con las declaraciones del propio Javier Covarrubias, de 20 años, mató a sus hijos en el Parque Nacional del Tepeyac, asfixiándolos para luego meter en una bolsa al niño Darien Isaí y a su hermana, Isis Liliana, en una maleta, y los escondió en el parque.

El abogado de la ciudad expuso que fue este sujeto quien proporcionó un croquis de la ubicación donde abandonó los cuerpos, debido a lo cual se pudo encontrar la víspera el cadáver de la niña.

Agregó que se esperan los resultados de las pruebas de ADN y exámenes periciales para determinar la identidad de los cuerpos, ya que hasta ahora se cuenta con la declaración del probable responsable y la identificación de la madre de las prendas que fueron encontradas.

'Mi hija trató de zafarse, pero no pudo'

Javier Covarrubias narra cómo asfixió a sus hijos en un parque y la manera en que ellos luchaban por sus vidas

"Agarré a Isis Liliana, la abracé con mi mano izquierda y con mi mano derecha le tapé la boca, aproximadamente unos dos minutos o más, apretándola contra mi cuerpo, a la altura de mi pecho y con toda la fuerza que podía".

Esa fue la declaración de Javier Covarrubias González sobre la forma en que dio muerte a sus dos pequeños hijos el pasado 18 de mayo, tras lo cual inventó que se los habían robado cuando caminaban por Tepito.
"Isis trataba de defenderse, moviéndose, tratando de zafarse, cosa que no logró hasta que dejó de moverse. Mirándola que tenía los ojos cerrados, procedí a tocarle el pecho y ya no latía su corazón", narró ante las autoridades.

En su domicilio ubicado en la colonia Ramos Millán, en Iztacalco, dio comienzo ese día de horror para los hemanitos Covarrubias Merino.

Irma Merino salió a las 08:30 horas, y su esposo se quedó en la casa pues era su día de descanso, así que cuidaría a los niños, a quienes bañó y arregló para luego salir con ellos.

Junto con sus hijos, el padre de familia llevaba dos bolsas grandes, negras, que había comprado cuatro días antes en una tlapalería ubicada detrás del mercado donde trabajaba, tal y como si hubiera planeado el crimen de sus hijos.

Abordó un microbús y se dirigió al Parque Tepeyac, llevando a Darién -de dos años y siete meses- de la mano y a Isis -de año y medio- cargándola; se sentó en una piedra, cerca de un malviviente que dormía, sin percatarse del doble filicidio que sucedió a unos metros de distancia.
Luego del primer crimen, decidió ir contra su hijo mayor.

"Lo llamé para que se acercara pues cuando me encontraba ahogando a Isis, Darién jugaba detrás de mí, jugando con una vara, sin que se percatara de lo que yo hacía con Isis".

El niño rechazó a su papá, y éste permaneció inmóvil media hora hasta que vio pasar a una persona con dos perros.

Decidió dejar que se alejara el paseante, "y es cuando agarré de nueva cuenta a Darién, lo agarré con mi mano izquierda por la espalda, le tapé la boca con mi mano derecha, y lo presioné con mi cuerpo, a la altura de mi pecho, con todas mis fuerzas hasta que se asfixiara".

El niño trató de defenderse, moviéndose de un lado a otro, hasta que luego de unos tres minutos, su padre había conseguido quitarle la vida.

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