Sumario

La calle del Seguro

Por Gustavo González Godina

   Por el internet me entero de que el gobierno municipal de Tepatitlán tiene una pequeña crisis ahora, que con buena voluntad y echándole imaginación puede superar sin que se le haga grande.

   Los lectores del 7 días que visitan la página de este Semanario dejan comentarios al pie de las notas y se entera uno así, además, de que hay algunos que tienen una campaña permanente en contra de la primera autoridad municipal, que la critican por todo, que si no corre a alguien malo, y si corre a alguien malo también. Parecen ser los mismos -esa impresión me da- que le hicieron la vida cansada a Arturo Pérez Martínez cuando era el candidato del PAN, tanto que no lo dejaron llegar a la presidencia municipal.

   Bueno, si son los mismos -se pensará- no hay que hacerles caso, son panistas latosos como ladillas que joden por joder. No, al contrario, si son los mismos ya se vio de lo que son capaces con su persistencia, como los peces en el agua joden y joden y vuelven a joder, y ya se vio también que no utilizan nomás este medio, esparcen sus críticas y difamación por todos los medios posibles, especialmente a través de Radio Bemba, es decir de boca en boca, y pueden hacer mucho daño.

   Todo lo que hace la señora Cecilia González les parece mal, y lo que no hace también, por supuesto. La embestida más reciente tiene como pretexto que no la dejaron hablar ahora que vino el presidente de la República a Tepatitlán y que no arregla la calle de acceso a la clínica del IMSS que vino a inaugurar.

   No es que no la hayan dejado hablar, quienes así lo ven son unos tontos ignorantes que no saben cómo funciona esto del protocolo presidencial y del programa que maneja exclusivamente el Estado Mayor, no habló la señora Cecilia González ante Felipe Calderón porque la visita de éste no tenía nada que ver con el ayuntamiento, vino a un acto de gobierno federal y punto, el programa no contemplaba más discursos. Decir que a la pobre polla no la dejaron ni hablar por su insignificancia es una mentira además de una estupidez. En lo primero, en mentir, son expertos esos, enemigos primero de Arturo Pérez y ahora de Cecilia González, y en cuanto a la estupidez pues si no son lo parecen por la forma de escribir.

   El otro motivo-pretexto por el que se le critica es que la calle de acceso a la nueva clínica está en muy malas condiciones y se quejan de que el gobierno municipal que encabeza Cecilia no la quiere arreglar. Por lo que tengo entendido la primera autoridad efectivamente se muestra reacia a intervenir porque, dice, no le corresponde esa obra.

   Yo creo que sí le corresponde, que el arreglo de todas las calles de la ciudad le corresponde a la autoridad municipal, ¿a quién si no?, a menos que no sea una calle por donde se está llegando a la clínica, si se está utilizando parte de una propiedad privada como acceso, hubo entonces falta de planeación antes de construir ahí esa clínica del Seguro Social, y ahora debe estar complicado jurídicamente resolver esa situación.

   Pero, señora mía, las costumbres se vuelven leyes. Y si la gente está utilizando ya ese terreno para llegar a la clínica, lo va a seguir haciendo, esté como esté y sea de quien sea, será calle tarde o temprano, ya lo es de hecho, así que más vale poner manos a la obra y acondicionar ese acceso, aunque la solución jurídica se retrase, porque la que está quedando mal es la autoridad municipal, la gente no entiende si sus autoridades municipales pueden o no realizar una obra, ni mucho menos por qué, simplemente la necesitan, les urge y quieren que se las hagan. Y si no les hacen caso, la autoridad municipal no sirve para nada, se equivocaron al darle su voto y, mínimo, le mientan la madre ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.

   Por eso me parece que el ayuntamiento de Tepa debería de arreglar esa calle, si no tiene dinero para pavimentarla por lo menos empedrarla tal vez. Aunque muchas veces no es ni mucho el dinero que se necesita sino voluntad e imaginación. Voluntad política para tomar la decisión y al toro por los cuernos, e imaginación para conseguir los recursos, para organizar a los vecinos y para que, entre todos, se resuelva el problema.

   Yo supongo que la señora presidente municipal de Tepatitlán tiene amigos constructores que con frecuencia necesitan, no favores, sino eficiencia en la administración municipal para desahogar trámites que -con más frecuencia aún- obstaculiza la burocracia, de mala fe o por su ineptitud, como permisos, dictámenes, peritajes, valuaciones, contratos, en fin; y que cualquiera de esos constructores apoyaría con gusto la pavimentación de esas dos o tres cuadras de acceso al Seguro Social, ya sea prestando su maquinaria, contribuyendo con algún material de los que lleva el pavimento… de alguna manera vaya, esto a cambio de que el municipio a su vez lo apoye dándole facilidades y eficiencia a lo que el constructor necesite de la burocracia.

   Y así le puede sacar la autoridad municipal priísta una cosa a uno y alguna otra cosa a otro, hay gente de dinero en su partido y Ella misma proviene de una familia que no está jodida ni mucho menos, debe tener varios amigos ricos que la quieren y a quienes no les gustaría ver que naufragara su administración municipal.

   Igual se puede recurrir a los vecinos que serán beneficiados con esa obra para que, organizados o no, aporten el costo de una parte de la misma, los tiempos del paternalismo en los que todo lo tenía que hacer papá gobierno deben quedar atrás, se les puede dar facilidades para que la paguen, pero deberían participar todos en cualquier obra que represente progreso para la ciudad y para los ciudadanos en particular. Y si alguno o algunos no quieren cooperar pues ni modo, la obra como quiera hay que hacerla y, bueno, por lo menos dar a conocer a la opinión pública quiénes son los ojetes que no le dan agua ni al gallo de la pasión, balconearlos pues.

   En resumen, es cosa de echarle imaginación. Es muy probable que la alcaldesa Cecilia González tenga la razón de su parte en este caso en concreto, y que no le corresponda a su gobierno arreglar ese acceso. Pero eso no lo va a entender la gente nunca, ésta sólo verá que ese tramo es un desastre y que su autoridad no la hace… Y por algo que realmente no es tan costoso, la campaña en su contra subirá de intensidad cada día y la imagen de doña Cecilia se verá deteriorada en la misma proporción.
  
  ¿Pero qué necesidad? dice Juan Gabriel. Sentido común, sentido común…

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