Panorama de Arandas

Por Rubén Arias Barajas

¿Será tiempo de cambios?

Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.

Terco que es uno por lo visto. Pero me puse a discutir con alguien de la conveniencia o no de enfrentar la globalización y los tratados de comercio que México tiene con otros países y que se supone, en su momento, debieron haber sido una ventaja para nosotros, pero parece ser que no lo fueron.

Yo defendía la tesis de que debemos diversificar los cultivos. Que ya basta de maíz y frijol, de agave, de tomate y otras cosas. Que los precios que se pagan en el mercado por esos alimentos, son muy bajos. Que los intermediarios se llevan la mejor parte, es cierto, pero arriesgan su dinero y esto es un negocio, no son damas de la caridad los comerciantes o intermediarios.

Por eso digo, que si el maíz, el frijol y otros productos ya no son un negocio para el que siembra, pues ahí es donde se debe entrar al terreno de la hidroponía, en donde se pueden conseguir créditos a fondo perdido para construir las naves y las instalaciones necesarias. Que el respaldo tecnológico y el asesoramiento para iniciar con éste tipo de negocios, también están disponibles y se dice inclusive que a bajo costo. O sea, innovar y ponerse, con éste sistema, a sembrar jitomate, chile morrón, fresa, zarzamora u otros vegetales. El producir alimentos debe ser algo esencial, porque si acaso hay cosas que no se pueden posponer, es precisamente la alimentación.

Existen además, ya no bajo el sistema de la hidroponía o invernadero, otros cultivos que dicen que son muy rentables, por ejemplo la siembra de maíz pero inoculado con la espora correspondiente para que la mazorca se convierta en un huitlacoche, tipo de hongo que tiene buen mercado y que dicen se paga a muy buen precio por una marca que enlata alimentos.

Otra alternativa, lo es el sembrar sávila. Esta cactácea, se produce con muy poco agua y nuestra tierra roja es una inmejorable alternativa para que se produzca muy bien y se dice que tiene un mercado amplísimo. Se menciona que tan sólo Jorge Vergara para sus productos en Guadalajara, requiere grandes cantidades de ella y que el 90 por ciento la importa. Así que pudiéndola producir aquí tan cerca, pues a lo mejor sería una buena alternativa.

Otra tendencia que se está viendo cada vez con más frecuencia, es el cultivo del aguacate, pues se dice que tiene un buen precio y que nuestro clima es el adecuado, claro teniendo los muy particulares cuidados porque es una planta ciertamente delicada.

Pero el gozo me lo echaron al pozo. Me dijeron que soy un iluso, un soñador. Y tal vez sea cierto, pues en principio nunca he sido agricultor y tampoco soy ni siquiera estudiante, menos profesional de esa ciencia. Opino de oídas y leídas pues y trato de ayudarme con el sentido común.

Pero ni eso me valió. Me dijeron que soy un soñador empedernido. Que los invernaderos y sus cultivos, están distribuidos en enormes cantidades por todo el centro del Pais y que sus dueños productores, encuentran muchas dificultades para meter al mercado sus productos y que solamente los que tienen un gran capital, pueden darse el lujo de experimentar. Que la otra alternativa que yo mencionaba, las exportaciones, se dan en condiciones muy desfavorables. Que hay riesgo de que no paguen.

Que si se hacen contratos con transnacionales, estos contratos son leoninos y contienen cláusulas y penalidades muy extremosas en las que existe el riesgo de que por cualquier incumplimiento, por pequeño que sea, seas demandado y te dejan en la callle.

Total que esto y que lo otro y me derribaron de tajo todos mis “sueños” e ideas que tengo respecto de lo que yo sigo considerando que debe ser una alternativa viable, Variarle ya y buscar otro tipo de cultivos más rentables. Obviamente que se tiene que hacer previamente una investigación, lo que llaman un estudio de mercado, para ver qué tipo de productos tienen mucha demanda, conservan un buen precio de recuperación y darle por ahí, supongo.

Lo peor que puede pasar, es sentarse a ver pasar el tren. La inmovilidad no nos llevará a ningún lado. El Mexicano es un tipo ingenioso por naturaleza, creativo, dinámico y bueno para los negocios, no lo dudo.

Espero que alguien pueda confirmar mi esperanza, mi fé, mi confianza en que es cierto y que debemos cambiar Y QUE ME LO DIGAN, porque me dejaron confundido.

Nos leeremos en la próxima entrega, para ver si alguien me aclara si soy un soñador o un testarudo. O ambas cosas, pero yo no pierdo la fe.

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