Pórtico: Culpables

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Eres responsable de lo que haces… y de lo que dejas de hacer

Hace unos días compartíamos una información en el noticiero Al Aire que transmitimos cada mañana en el 550 de amplitud modulada, sobre las estadísticas del suicidio y algunas características actuales. Era una nota que dio el presidente de un organismo tapatío que agrupa a los sicólogos.

Hablaba ese líder de estudiosos de la conducta, que según las estadísticas, hoy en día los suicidas son más jóvenes (promedio 10 años menos) que aquellos que decidían arrebatarse la existencia hace una década.

Una de las muchas motivaciones de los modernos (y jóvenes) suicidas es –decía el especialista- su situación económica, la falta de oportunidades laborales y la poca esperanza que encuentran hoy en día los adolescentes y jóvenes para fijarse una meta en la vida, una “razón para vivir”.

La expresión del especialista nos dejó pasmados al constatar una teoría personal que teníamos sobre el tema. Y no es fortuito entonces que Tepatitlán registre un alto nivel de casos de ahorcamiento, envenenamiento y otros “entos” con los que narramos los suicidios.

El suicidio es ya un problema de salud pública, es decir, “ya debe actuar el gobierno” para implementar estrategias que abatan esa estadística, ¿pero cómo?, ¿cómo poder atender a los chavos que no saben a dónde van ni por dónde van?, ¿Cómo pedirles (hay quién hasta les exige) a los jóvenes que se comprometan con su sociedad si los “adultos” o los “líderes” no les ponen los caminos, no les abren puertas, no les ofrecen opciones u oportunidades? No la tienen fácil los que dicen liderar este pueblo.

Los adolescentes y jóvenes pueden (no debería, pero…) justificar sus arrebatos porque no encuentran oportunidades. ¿Y qué hacemos los adultos?, ¿Qué hace el gobierno, el político, el jerarca, el empresario, el opulento? Podemos escribir, organizar foros, firmar convenios, sacarnos fotos y enviar boletines a los medios, para que la opinión pública suponga que estamos interesados en combatir o reducir el número de suicidios; pero si no dedicamos dinero, tiempo y estrategia, en vano será la saliva y la tinta para abordar el tema.

Los jóvenes (así, en general), hoy en día tienen una mayor gama de opciones para estudiar, hoy en día es más fácil comprar ropa, ir de “antro” y hasta comprar auto para ellos. Hoy tienen títulos, viajan, se enlazan con más gente, pero viven una gran soledad, una profunda desesperanza… y los estamos dejando solos.

¿Cuántos suicidios más deberán ocurrir en la zona para que despertemos y pongamos manos a la obra?, ¿tendría que ser un joven de prestigioso apellido o de gran trayectoria para que se aborde con presteza el tema? Yo espero que no. Nadie lo quisiera, ni los suicidas anónimos que van camino a la estadística…

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1 Comentarios

  1. pronto tepatitlenses aponer guapas asus hermanas pueda y las casen.o selas enanchen.las calles

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