Dehesa, el tercero

+ Tras de Saramago y Monsivais
+ La Gaceta del Angel, para todos

Por Fabiola González Ontiveros

Dicen por ahí que los personajes se mueren de a 3, lo que ha sido muchas veces comprobado a lo largo de la historia con muertes famosas.

En junio de este año se fueron dos, el 18 José Saramago y al día siguiente Carlos Monsiváis. Yo recuerdo que ese día dije: “falta uno, a ver quién es”, no por mala onda, la muerte no se le desea a nadie, pero es un dicho muy común.

La tarde-noche de este jueves supe quién era el que faltaba: Germán Dehesa, que entre muchas otras cosas era columnista del periódico Reforma y cada vez que alguien me daba una referencia de columna me mencionaban La Gaceta del Ángel, su columna.

Me gustaba porque escribía coloquialmente, al contrario de Carlos Monsiváis al que las pocas veces que intenté leerlo abandoné el esfuerzo a la mitad debido a que no le entendía nada, su lenguaje era rebuscado y me hacía sentir que sus escritos eran sólo para intelectuales, que como ya he mencionado en ocasiones anteriores me molestan bastante.

La Gaceta del Ángel estaba escrita para todos, para que quien sea con un poquito de contexto pudiera entender la crítica y reírse con el sutil humor que usaba en lugar de palabras y metáforas que no entendería ni con diccionario en mano.

Cuando comencé a escribir, hace como 3 años me dijeron: lee a German Dehesa, te va a gustar cómo escribe, no te la hace tan complicada de leer y seguro le entiendes, igual hasta te diviertes con sus ocurrencias mezclando su vida con opinión y política. Pues sí, me cuesta trabajo leer de política, porque luego los columnistas son tan formales que, o me aburren o simplemente no les entiendo, y este señor logró que no me sucediera ninguna de las dos cosas.

Apenas la semana pasada, el 25 de agosto publicó que estaba muy enfermo de cáncer pero que no dejaría de escribir mientras pudiera seguir “meneando la pluma”. Decía también que tenía ganas de seguir viviendo por ahí del 2020 y que lo que le gustaba de verdad era estar de este lado, o sea la vida pues. Fue una columna animada, a pesar de la noticia que estaba dando.

También dicen que uno se muere prácticamente cuando quiere, porque mientras te aferres a la vida no pasa nada, eso creo yo que no es del todo cierto, ya que como a mí también me gusta mucho vivir creo que nadie quiere andarse muriendo como si fuera hobbie, pero puedo llegar a pensar que Dehesa sabía esto desde hace tiempo, por supuesto, y ha de haber sentido pasos en la azotea de tal manera que nos compartió lo que le estaba pasando, supongo que no se quería ir de repente y que la gente ni supiera por qué.

Escritor, dramaturgo y profesor de la UNAM por muchísimos años, logró ser algo valioso para México, grilleando a través de sus escritos y promoviendo la cultura, cosa que nos hace bastante falta en el país. Es lamentable que personas como él se vayan, pues aunque a muchos les preocupa el país, son pocos realmente los que pueden quejarse y que los escuchen, él como persona pública y líder de opinión podía de verdad al menos externar lo que todo México pensaba pero no tenía la posibilidad de decir y ser escuchados.

Sin duda es una gran pérdida. Es horrible que alguien se muera… pero él era el tercero que faltaba.

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