La Peñita en San Diego, la defensa de la libertad

+ Fiesta y monumento que
recuerda grandes hechos  


+ La lucha por los
valores de la fe

Por Óscar Maldonado Villalpando

El 17 de septiembre de 2010 fue la fiesta de La Peñita. Se fundó hace 53 años por el señor cura don Saturnino Covarrubias. Lo movió la necesidad de acercamiento a sus fieles, la sequía que se vivió en 1957, lo movió el respeto y cariño hacia la memoria de los combatientes de la Cristera, sus mártires especialmente Ramón Parada, que viene a ser modelo de un seglar piadoso y entregado.

 “Yo andaba con mi Coronel don Victoriano Ramírez, El Catorce, combatimos en muchas partes,”… -Así dice don Juan Macías Villegas, parece que es el último de los cristeros sobrevivientes en la región- porque cuando esto empezó venían muchos combatientes de la cristera, porque venían gustosos a celebrar esta fiesta cristera, esta fiesta del campo, esta fiesta popular de la fe.

Por cierto, para este día 17 de septiembre de 2010, el Padre Juan Pérez Gallegos ya no se atrevió a participar, celebró la misa en su casa a las 12, pero se sintió cansado para estar en La Peñita, este sacerdote fue testigo de la cristera siendo niño, nació el 20 de octubre de 1918.

Hoy parece que don Juan Macías es el único actor sobreviviente, nació el 11 de junio de 1912, así que muchacho aún, se incorporó a las filas.  “El jefe era mi general don Miguel Hernández, de mi pueblo, San Julián” explica don Juan, con mucha claridad, a sus casi 99 años. Contemporáneos ha de haber más hombres y mujeres, un ejemplo es doña Juanita López, nació el 7 de febrero de 1915, ella recuerda la estampa imponente del Catorce y su gran prudencia y carisma.

El fundador

Hace cuatro años el señor cura Saturnino Covarrubias Cisneros, participó, por última vez en esta fiesta cristera y el temporal que él mismo fundará en su afán de atender, de llenar de fervor a sus queridos fieles.  La primera vez fue un 4 de julio de 1957. Ese año no llovía, el campo estaba muy triste. Cuando terminaron de celebrar la misa se vinieron las lluvias muy abundantes, así lo precisa el padre Juan.  Así que don Saturnino, ese año, vino a despedirse, falleció el día 30 de septiembre de 2006.

Esta es una fiesta que en 53 años ha cobrado fuerza. Cada 17 de septiembre la gente se va al campo; llegan los ausentes, los de E. U. y los de otras muchas ciudades, y fervorosos vecinos de Jalos, de San Miguel, de Jalpa, de León y Guadalajara.

San Diego participó fuertemente en la cristera, todo el pueblo se vio conmovido a la hora del levantamiento.

También por ahí vemos “los sabios” que hacen la historia y salen en la televisión, casi siempre hablando malamente o a su gusto… Todavía en San Diego hay el sabor real de lo que pasó. Están muy próximos los que conocieron de cerca los hechos, recibieron la plática de sus papás o de sus familiares, apenas idos; los lugares hablan de las cosas, la cueva de la barranca de Coachalotes, donde se refugiaban los heridos y tantas cosas.

Así que ahora es la fiesta del campo, la fiesta de La Cristera. Y entre otros ausentes, es el primer año que no participa el padre don Demetrio Mena Torres, de alma cristera, sobrino de Refugio Mena, muerto en combate, sobrino de don J. Jesús Torres, sobreviviente cristero. Don Demetrio falleció en el presente año, en su momento trabajó con entusiasmo en la edificación de este Monumento a Cristo Rey.

La misa empezó a la 1:30 de la tarde, el invitado principal fue el padre Juan Antonio Sánchez Maldonado, que ejerce su ministerio en León, Gto. también estuvieron presentes otros seis sacerdotes.
En la homilía se habló de los valores cristianos, de los cambios vertiginosos y manipulados, especialmente lo que se refiere a la adopción de niños por parejas homosexuales. En la Cristera los propios cristianos  se levantaron para protestar contra la opresión. Hoy no podemos quedarnos adormilados, hemos de expresarnos, hemos de involucrarnos para evitar estos abusos y legislaciones tendenciosas.

La fiesta de La Peñita ha sido una oportunidad magnífica para rescatar lo más importante de nuestros valores cristianos.  Los fieles participaron con mucha devoción en la Eucaristía. El párroco recomendó preservar el ambiente familiar y cristiano en este día de convivencia.

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