¡Qué buenas son las mamás!

Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

El otro día una pareja iba en la carretera, cuando de pronto vieron a lo lejos a una mujer en la mitad de la misma, que pedía que pararan. La esposa le dijo al esposo que mejor no se parara, porque podía ser peligroso, pero el esposo decidió pasar despacio, para no quedarse con la duda de saber qué es lo que sucedía. Cuando iban acercándose, observaron que la mujer estaba golpeada de la cara y de los brazos; en ese momento decidieron pararse.

La mujer les pidió ayuda, diciéndoles que había tenido un accidente automovilístico y que su esposo y su hija, una recién nacida, estaban adentro del carro, en el barranco; que el esposo estaba muerto, pero que la bebé se encontraba con vida. El esposo decidió bajar a rescatar a la niña y le pidió a la señora lastimada que se quedara con su esposa adentro del carro.

El bajó y vio a dos personas adelante, en el carro, pero no le tomó importancia y sacó rápido a la bebé y subió a llevársela a su madre. Cuando subió no vio a la señora, así que le preguntó a su esposa que en donde estaba, pero la esposa le contestó que la señora se había ido tras él.

Cuando el señor decidió ir a buscarla al barranco, se fijó claramente que las dos personas que estaban en los asientos de adelante estaban muertas y eran un señor y una señora con el cinturón puesto. Y cuando vio a la señora se dio cuenta de que era la misma que les pidió auxilio al principio. ¿No crees que fue un milagro de Dios? Actualmente la niña vive con sus familiares y vivirá para contarlo.

Dios nuestro Señor ha puesto a las madres de familia para que sean los ángeles de la guarda de sus hijos e hijas; por eso es muy importante que las mamás se mantengan firmes en el amor de Dios y transmitan a su familia los verdaderos valores como la honradez, el respeto y la verdadera caridad. ¡Que Dios premie a nuestros mamás vivas y difuntas!

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