Autoridades
recorren la zona
+ Además
de León y Guadalajara, dará
agua a todos Los Altos, menos Tepa
7 días.-
La construcción de la presa El Zapotillo, en Cañadas de Obregón, lleva un 40
por ciento de avance, según la Comisión Nacional del Agua y de ahora en
adelante la obra se hará con más rapidez, pues se instaló una gigantesca banda
rodante que acarrea el concreto y otros materiales hasta el sitio de la
construcción en cuestión de segundos.
Lo
anterior fue dado a conocer en una gira de trabajo, efectuada en la zona de la
construcción, que fue ofrecida por personal de la CONAGUA a medios de
comunicación de Jalisco y Guanajuato.
La entrada
a la obra está fuertemente custodiada por elementos de la Policía Federal, quienes
sólo dejaban entrar a quienes tuvieran autorización expresa de la CONAGUA.
Afuera del lugar, una veintena de personas, que se ostentaban como habitantes
de Temacapulín, gritaban consignas contra la instancia federal, los gobiernos
de Jalisco y Guanajuato y hasta el ayuntamiento de Cañadas de Obregón, del cual
dijeron que no los apoyó y que prefirió pasarse del lado de los constructores
del embalse.
Los
inconformes esperaban el arribo de José Luis Luege Tamargo, para hablar con él,
pero éste llegó por helicóptero, el cual aterrizó dentro de las instalaciones,
por lo que no se dio el encuentro con los habitantes, pero estos aseguraron que
hasta la vida van a dar, con tal de no que se construya la presa.
Con Luege
Tamargo arribó también Raúl Antonio Iglesias Benítez, director de la Cuenca
Lerma-Pacífico de la CONAGUA, así como otros funcionarios; se esperaba también
la presencia de César Coll Carabias, pero no llegó.
Iglesias
Benítez resaltó que la obra lleva un 40 por ciento de avance, que la primera etapa
se pondrá en servicio en 2013, para surtir agua a León, Guanajuato, mientras
que la segunda etapa dará servicio a parte de Guadalajara con un ramal hacia
Chapala y la tercera etapa abastecerá a los municipios de Cañadas, Mexticacán,
Jalostotitlán, San Miguel, San Julián, Encarnación, San Juan, San Diego, Lagos,
Unión de San Antonio, Teocaltiche, Valle de Guadalupe y Villa Hidalgo, de Los
Altos de Jalisco.
El
funcionario no dio ninguna fecha para las etapas dos y tres.
Ante la
pregunta de qué va a pasar con los que todavía siguen oponiéndose a la
construcción de la presa, Iglesias Benítez dijo que esas gestiones le
corresponden al Gobierno del Estado y que el que podría responder esa pregunta
sería Coll Carabias, quien no llegó a la conferencia.
Luege Tamargo
tomó la palabra y matizó el anterior comentario diciendo que la mayoría de los
habitantes que se verán afectados, ya accedieron a ser reubicados y que son
menos de 500 los que persisten en quedarse en sus lugares, pero el beneficio de
la presa será para al menos unos tres millones de habitantes, por lo que estaba
claro qué era lo que había que hacer al respecto.
Para
rematar, Luege aseguró que se han apegado a lo marcado por el INAH y es por eso
que reubicarán hasta la iglesia y el cementerio de Temacapulín, para que queden
exactamente igual que antes y además, una vez reubicados, los pobladores
tendrán acceso a un lugar turístico y de pesca deportiva, por lo que sus
propiedades tendrán mayor plusvalía y aparte, la presa será una fuente de
empleo calificado, por lo que los habitantes tendrán una oportunidad de trabajo
con buen sueldo y no tendrán que emigrar a Estados Unidos, como se acostumbra
en esta región.
Tras la
rueda de prensa, se hizo un recorrido por la zona de los trabajos, donde se
pudieron apreciar decenas de camionetas, camiones y maquinaria pesada hasta el
fondo de la barranca, cientos de trabajadores y una enorme banda sinfin de tres
etapas, que traslada en pocos segundos a través de cientos de metros de
profundidad, concreto y otros materiales, para colocarlos en el interior de la
presa y así ir colando los muros y canales.
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