Por culpa de el "Chómpiras"
Médicos veterinarios y cuidadores del
Centro de Rehabilitación y Recepción de Fauna Silvestre, en el occidente de
Bogotá, se han dado a la tarea de reeducar a los macacos, de la especie
maicera, antes de reintroducirlos en su hábitat natural.
"El Chómpiras", que llegó ocho
años atrás al Centro, pertenecía a una banda de ladrones que lo había entrenado
para robar carteras, contó a REFORMA el director científico, Álvaro Rodríguez.
El mono ladrón empezó a convivir con
otros de su especie, entre los que estaban "El manco", apodado así
porque perdió su mano derecha, y "Aplausos".
"Como aquí están aislados, no entran
estudiantes ni extraños, sólo los cuidadores, pensamos que se le iba a quitar
la maña, pero resultó que terminó enseñando a los otros cómo robar",
explicó Rodríguez.
A la postre, "El Chómpiras"
murió de enfermedad. Los otros dos monos llevan dos meses en jaulas separadas,
donde sólo entra un cuidador.
"Han ido perdiendo esa costumbre,
pero si uno les da oportunidad, van a esculcar los bolsillos", dijo el
funcionario.
Dentro de 20 días o un mes, los dos monos
serán llevados a una isla en la Orinoquía, junto con otros cuatro micos, en una
"liberación blanda" para empezar a reintroducirlos, con ayuda, en su
hábitat natural.
"Van a estar en la isla con el
clima, los frutos y los animales salvajes de su entorno. Se les va a
suministrar comida para ayudarles a la rehabilitación durante cinco o seis
meses", adelantó.
Luego serán recapturados y llevados a
otra zona más inhóspita, ya como parte de una "liberación dura", y
sin la más mínima ayuda del hombre.
"Ahí se les va a terminar de quitar
esa mala maña, van a quedar totalmente desconectados de la gente", auguró.
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