El niño Gustavo Márquez González aceptó
el cuerpo y la sangre de Cristo luego de haber comulgado por primera vez en el
templo del fraccionamiento Bugambilias de Tepatitlán. La hostia la recibió de
manos del padre Andrés.
Durante varias semanas, Gustavo se
preparó espiritualmente, guiado por sus catequistas, para llegar al día del
sacramento de la eucaristía. Como padrino tuvo al señor José Heriberto
Cervantes, mientras que su hermano Luis Alberto y sus orgullosos padres, Luis
Alberto Márquez Vázquez y Ana María González Carranza, orgullosamente
atestiguaron el memorable episodio.
Luego de la ceremonia litúrgica, Gustavo
Márquez, junto con sus familiares, padrino y amigos, se trasladaron a una
terraza ubicada en avenida La Paz, de Tepatitlán, donde se hizo un brindis y se
pasaron agradables horas de convivencia.
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