Muchafacha




Aproveche; le damos 17 regidores al escoger uno…

 Ahora que los partidos ponen muy guapos a sus aspirantes a alcaldes, nos gustaría que, además, nos presentaran las credenciales de sus “embajadores” inscritos como candidatos a regidores, pues también de ellos dependerá lo nutrido o vano que resulte el trabajo de la próxima administración municipal.
 Y es que la verdad la gran mayoría de los ciudadanos recordamos sólo a quien fue alcalde(sa) del pueblo. Difícilmente viene a nuestra memoria quiénes formaron parte de algún cuerpo edilicio. Les pasamos la factura a las cabezas, aunque el resto del equipo también haya influido en las decisiones trascendentales del gobierno.
 Ahí tenemos, por citar lo más reciente, a las dos últimas administraciones de Tepa. En la anterior ante una figura real que gobernara (por la muerte del profe Raúl Alcalá), los ediles se dieron hasta con la cubeta por arañar “la grande”. Los panistas se dividieron y los grandes acuerdos de una administración panista, los sacaron, en muchos casos, los regidores priístas con una fracción del PAN. Aunque la imagen de Don Miguel Franco fue muy cuestionada, por lo menos supo sumar a los regidores “de oposición” para alcanzar acuerdos donde era necesario. En esa tarea, por supuesto, influyó el priísta Juan Ramón Martín, siempre conciliador. Entre los panistas, según el tema de interés, era el apoyo o rechazo de los regidores al votar iniciativas.
 En la presente administración, la actuación de los regidores también ha sido determinante. Los panistas, en bloque para satisfacer las frustraciones de Arturo Pérez, votan en contra de lo que él les manda, si a Arturo le conviene se suben a la votación, si no, van en contra. En el lado del PRI, si el voto satisface alguna idea trivial como regalar libros “refriteados”, entregar diplomas como volantes de zapatería o hacer calles en cercanías de lotes de sus familias, entonces se va a favor. Los grandes temas, los trascendentes, no se discuten, no se evalúan: “nadie le pone contra a la Señora”…
 Por ello, por esas experiencias recientemente vividas, los ciudadanos debemos valorar la presencia de los candidatos a regidores que hoy nos ofrecen los partidos. De los cinco (en el caso de Tepa), sólo uno será alcalde(sa), los demás serán regidores de apoyo o de resistencia, pero ediles que votarán o rechazarán las decisiones trascendentes para los próximos tres, seis o más años.
 Hay, de entre los equipos propuestos, gente cuya máxima aspiración es que les nombren en la comisión edilicia “muchafacha”; otros, aunque busquen, aunque se esfuercen, no les tocará más que el papel de “pocoseso”.
 Esperamos que los ciudadanos, al evaluar a los equipos de los partidos en esta campaña electoral, busquemos las planillas con mayor capacidad, con mejores cartas de presentación, con mayor trayectoria en sus áreas; aunque no tengan títulos, aunque no vengan de familias afamadas, sólo que tengan la mínima idea de para qué se llega al Cabildo, para qué se usa el poder y para qué les necesita el pueblo en los próximos tres años…

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