Debieron




Quedaron a deber los candidatos; lucieron acartonados a más no poder en el pasado foro en el Cualtos. Parece que nadie en México sabe o se atreve a confrontar entre sí a los aspirantes de diferentes partidos para un cargo de elección popular.
Quizás fue contraproducente redactar el discurso en un papel y dar tanto tiempo para cada una de las intervenciones, pues fue un suplicio escuchar a los candidatos con voz monótona, hasta parecía que mientras uno de ellos hablaba otros se dormían.
A los jóvenes no se les habla así, hay que ser más frescos con ellos, tampoco hablar como si se tuviera la misma edad. El resultado fue que muchos estudiantes fueran abandonando el auditorio Rodolfo Camarena Báez, hartos del calor sofocante del recinto y de la verborrea somnífera de los que quieren gobernar Tepatitlán.
Tampoco era una ocasión para echar desmadre pero un poco más de aliviane no hubiera caído mal. Había que apantallar a los jóvenes y no se logró. Es extraño, porque Manolo y Nena de Anda tienen a mucha gente joven en su equipo de campaña y parece que no pidieron consejo entre la sangre joven de sus partidos para hacer unas intervenciones más frescas. Jorge Eduardo es también joven y por momentos se le notaba esa chispa juvenil que se va perdiendo con el tiempo.
Jorge Solano, que trabaja con muchachos -el equipo de Tepa de tercera división-, pareció que nunca se ha metido con ellos a una charla en el vestidor o en el medio campo para motivarlos y Yadira Esparza, que trabaja gran parte de su vida con alumnos infantiles y adolescentes, como que se le olvidó como dirigirse a un público de poca edad.
En fin, allá ellos; en número de electores no representa gran cosa un puñado de estudiantes de la universidad. Quizás funcione mejor el recorrido casa por casa y persona por persona o los mítines multitudinarios con música, camisetas y refrescos para atraer votantes, pero fue una pena que nadie se preocupe por enamorar a los jóvenes con las propuestas políticas.
Si dicen que el primer debate del IFE sólo sirvió para que el país se echara un taco de ojo con la edecán y que Quadri subiera unos cuantos puntos en las encuestas y que el que hizo el IEPC en Jalisco dejó a Alfaro mejor posicionado y tiró más abajo a Guzmán, el foro del Cualtos no movió a nadie en las encuestas locales.
Sin embargo el ejercicio fue interesante y la intención fue buena por parte de los organizadores. En lo personal, que ya he entrevistado a cada uno de los candidatos en privado y en lo corto, he conocido más de ellos en esas ocasiones referidas, que lo que mostraron en el foro con los universitarios.

Pobres niños

Todo mundo habla de los 50 o 60 mil muertos que lleva Calderón en su sexenio con su guerra al narcotráfico. Por ahí no falta el que se lamente que un narco que mató a medio mundo y envenenó con sus drogas a otros más, como si hubieran merecido otra cosa los desgraciados.
Con eso de los miles de muertos se nos olvida de los niños que mueren de manee inocente y hasta impune, sin mencionar lo absurdo. Hace una semana murieron dos niños de apenas 7 y 3 años en una voladura y horas más tarde murió otro de 3, porque al ebrio de su papá se le ocurrió pasearlo en una carilla ¡a la orilla de la autopista!, tan sólo porque minutos antes se había peleado con la pareja.
Mientras en el centro del país, una estúpida le sacó los ojos a su hijo de 5 años, en un ritual satánico, dizque para salvar a toda la humanidad de un temblor. El pequeño se salvó pero sigue preguntando por qué no puede ver.
Y el último caso donde un menor murió injustamente ocurrió en el DF, donde la madre se le ocurrió dejarlos encerrados en su casa para ir a comprar unas cosas; por razones aún no conocidas, la vivienda comenzó a quemarse, por lo que el mayor de los tres hijos, aventó a su hermanita de un año por la ventana, con la intención de salvarla, pero no ocurrió así, pues murió al estrellarse contra el piso.
Eso fue en una semana, pero hay mucho más, como aquel que asesinaron a golpes nomás porque lloraba mucho o simplemente porque no era su hijo biológico.
Son una pena todas esas muertes evitables, sin mencionar todos aquellos menores que son abusados sexualmente, sometidos a trabajos de adultos o que no reciben el afecto al que tienen derecho.

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