En la ciudad siberiana de Tiumen, un
joven ruso de 32 años de edad, quería terminar una fuerte discusión con su
novia y la mejor forma de hacerlo fue escapando por el conducto de la basura.
El joven se deslizó desde el octavo piso,
a través de la apestosa tubería por la que sus vecinos suelen tiran la basura,
pero quedó atorado en el quinto piso.
Allí empezó a gritar ayuda hasta que los
vecinos llamaron a los servicios de rescate, que tuvieron que cortar una parte
del conducto de metal para poder sacarlo, según explicó la portavoz de
emergencias de esa región, Elena Tretiachenko.
El hombre vio como alternativa, acabar la
disputa de una forma muy particular, lo que él no esperaba era terminar
atascado y requiriendo asistencia médica.
No obstante, el suceso no es el primero
en aquel país. El uso de estos conductos para desaparecer de un sitio o
esconder a alguien, es una vía de escape habitual.
Los servicios de emergencia de esta
región rusa, ya habían socorrido a otra persona hace unos dos años, atrapada en
circunstancias similares, quien también tuvo un final feliz, indica el sitio
NTN24.
El año pasado, en la ciudad de San
Petersburgo, ocurrió un macabro caso. Un borracho violó a un niño de dos
años de edad y lo escondió justamente en esta vía de evacuación de la basura.
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