+ Lucharon eficazmente pero
lograron su nombramiento
Por Oscar Maldonado Villalpando
El 27 de julio de 1884, se organizaron
los vecinos para presentar su petición a las autoridades del estado de Jalisco.
El acuerdo definitivo fue aprobado el 26 de febrero y publicado por el
gobernador don Francisco Tolentino el 28 de febrero de 1885.
En esos años se daba en el pueblo y su
territorio una inusitada prosperidad, las haciendas y ranchos trabajaban a toda
su capacidad, eso hacía que hubiera un considerable movimiento económico. Los
hacendados, según acuerdo de las autoridades, debía rayar en el pueblo, para
que ahí mismo hicieran sus compras y beneficiaran el comercio. Los domingos,
según testimonios autorizados, el pueblos, especialmente en los alrededores del
jardín, estaba repleto de personas que compraban sus avíos, para la semana.
Todas las tiendas tenían importantes ventas, además eran muy abundantes los
puestos de todo lo que se requiere en los ranchos, así como buenas carnicerías.
Era un entorno próspero. Muchas otras
actividades e iniciativas se desarrollaban en los distintos campos, por ejemplo,
se construía un templo más, el Santuario de Guadalupe, obra encabezada por un
gran sacerdote muy estimado y bueno, el P. Donaciano Larios.
Otro ejemplo es que la hacienda de San
José del Comedero, bajo la sabia mano de don Juan N. Valdivia, por momentos se
comparaba con la de Jalpa, por su organización y abundancia de cosechas.
Testimonios fidedignos son las ruinas de sus edificaciones, bodegas y eras para
desgranar el trino, que aún se conservan como reliquias de una época brillante.
Hacia el poniente una gran presa, la de
Peña Blanca, daba seguridad a las siembras en una gran extensión, también
del terrateniente don Juan N. Valdivia. Un aniversario más nos hace
recordar este feliz principio para volver a buscar el bien común y la prosperidad
de este bello pueblo de los Altos de Jalisco.
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