¿Y la alerta?



El año pasado, tras los "narcobloqueos" que se dieron en varias partes de la capital y del estado de Jalisco, donde Tepa no fue la excepción, días después el Ejército informó que ese despliegue que hizo el crimen organizado pudo deberse a la captura de un capo que habían llevado a cabo días antes. Esa fue la represalia.
Y a pesar de lo aparatoso que fue ver decenas de camiones atravesados en las carreteras o avenidas e incendiándose, sólo hubo una persona muerta, que por cierto nada tenía que ver con los narcobloqueos, pues fue el chofer de un camión urbano que por razones no muy claras, no alcanzó a salir con vida de su unidad en llamas.
Para que no volviera a cundir el pánico y prevenir este tipo de episodios, los mismos militares informaron que cuando volvieran a detener a un personaje del mal de gran calibre, informarían discretamente a las autoridades locales, a fin de activar una alerta roja y prepararse para una eventual represalia o exhibición de poder de los capos.
La famosa alerta roja sólo se activó una vez, cuando los soldados fueron por un maleante más o menos pesado, hasta su casa, en una zona residencial de Guadalajara. Los cuerpos de seguridad pública estuvieron en alerta, así como los de emergencia.
Al final no pasó nada y el Ejército tampoco informó si tuvo éxito su operación o no, ahí quedó en el olvido todo, hasta la misma alerta de tono subido.
Y hace unos pocos días se dio un enfrentamiento entre varios sujetos en la zona de Magdalena y Tequila, muriendo al menos siete personas, entre ellas cuatro inocentes, miembros de una familia, que tuvo la mala suerte de que la camioneta de uno de los sicarios, ya con su chofer sin vida, se estrellara contra el vehículo en que viajaban, haciendo que volcaran y luego se incendiara, sin oportunidad de ponerse a salvo.
Unos cuatro días después, el director de la policía en Hostotipaquillo, que queda por el mismo rumbo de los otros municipios mencionados, fue emboscado afuera de su casa por varios sujetos, quienes abrieron fuego contra él, así como su familia que lo acompañaba y un policía municipal que figuraba como escolta.
Fue así que murieron el mismo comandante, su escolta, un presunto agresor, mientras que la mujer fue herida.
Al menos diez muertos en dos hechos distintos, muy cercanos entre sí y con pocos días de diferencia.
Y ahora el Ejército informa que detuvieron en Sinaloa a un sujeto, que era el líder de un grupo delictivo y que fue por esa detención que se dieron los hechos violentos en esta parte de Jalisco, ya que tras la captura del líder -dijeron los militares-, se dieron reacomodos para disputar la plaza y por eso los enfrentamientos a balazos.
La captura se hizo el 10 de enero y los enfrentamientos que dejaron muertos sucedieron a finales de mes; El Ejército pudo prevenir lo que iba a suceder y ni así activó la alerta roja, que a lo mejor hubiera servido para salvar vidas, por lo menos las de las personas que nada tenían que ver con los hechos.
¿Qué pasó con dicha alerta? ¿Ya no lo van a activar? ¿Sólo fue jarabe de pico aquella vez que ni pasó nada en Guadalajara o es que con el cambio del gobierno federal ya no habrá estas advertencias?
La vez de los narcobloqueos la alerta hubiera servido para que al menos no se asustara la gente, pero todavía no la inventaba el Ejército. La vez del capo de Guadalajara, sí se activó la alarma, pero aparentemente ni fue necesaria y ahora que sí hubiera servido no se activó.
El Ejército sigue siendo una de las instituciones más serias y respetadas que hay en el país, pero poco sabemos también de él, de repente aparecen y nadie sabe por qué.
Si de plano ya no va haber alertas rojas, lo más seguro es que nunca sepamos por qué.

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