Despiden familiares a sus desaparecidos

En emotiva misa

+ Los restos fueron velados en
    pequeñas urnas de madera

+ Dolientes se quejaron de
   lentitud de las autoridades

Lagos de Moreno, Jal.- Los restos de Marco Antonio Ramírez Cárdenas, José Gerardo Aguilar Martínez, Rodrigo Espinosa Aguayo y Daniel Armando Espinosa Hernández, fueron despedidos por sus familiares este viernes a mediodía en una misa oficiada en la parroquia de Nuestra Señora de La Asunción en Lagos de Moreno. La tristeza y el llanto inundaban el ambiente y las autoridades locales brillaron por su ausencia.
Fueron tan sólo unas pequeñas urnas de madera, con el logotipo del gobierno del estado, las que se colocaron al piel del altar; familiares pusieron objetos personales y retratos de los difuntos alrededor de las cajas, de las cuales trascendió que nomás contenían unos cuantos huesos.
Globos blancos con mensajes de despedida y de lo mucho que eran apreciados los fallecidos, se podían observar por todo el interior del templo.
Muchos se lamentaban por saber que estaban muertos sus jóvenes y otros, sus comentarios fueron hacia las autoridades, pues sentían que poco hicieron éstas por ayudarles, pues sigue sin saberse los detalles de los hechos donde los chavos desaparecieron y tardaron mucho tiempo para darles a conocer que los restos encontrados en una finca sí eran de sus familiares.
Pese a que muchos optaron con despedir con aplausos a los desaparecidos, algunos otros apenas podían contener el llanto. El sacerdote recordó el clima de violencia que se vive en Lagos de Moreno y opinó que a las autoridades aún les falta mucho por hacer en el combate a la inseguridad y cómo los jóvenes son seducidos por el poder y el dinero y terminan en el mundo del crimen.
Los familiares se consolaban entre sí y al final de la ceremonia religiosa, el prelado llamó a los padres de los muchachos, para darles la bendición; cruzando el atrio de la parroquia, los aplausos volvieron a surgir.
Bajo un fuerte sol, un cortejo acompañó a la carroza fúnebre rumbo al panteón municipal, donde fueron enterradas las pequeñas cajas de madera con los restos de los jóvenes.
El desenlace fue como lo imaginaban y temían los dolientes y los restos encontrados en la tienda abandonada en el camino a La Comanja y en un terreno cercano a la finca, sí resultaron ser de aquellos jóvenes que ya no se volvió a saber de ellos el pasado 7 de julio por la madrugada.
Y todo se supo días después de las Fiestas de Lagos, como lo decían los rumores.

Falta saber la suerte de otros dos desaparecidos que estaban en el mismo grupo de amigos; transcurrirán unas dos semanas, según la Fiscalía, para que haya resultados definitivos y ver si algunos de los restos que están sin clasificar, corresponden a ellos.



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