Chivas



Hubimos aficionados a las Chivas quienes sí creímos en las promesas de su dueño, Jorge Vergara. En lo personal, hubo mucho recelo para confiar en sus palabras, después de que la famosa Promotora Deportiva Guadalajara sólo se enriqueciera con el equipo y que los dueños originales, los socios de la asociación civil no supieran o no quisieran hacer en los últimos años de Guadalajara un equipo ganador.
Ignoro cómo tiene tantos seguidores las Chivas y ahora dudo mucho de que sean el equipo más popular o con más aficionados de México. Mi preferencia por este cuadro fue más por sentimiento que por razones, ver que tus padres le iban al Guadalajara, que donde nos encontrábamos, Veracruz, no había fútbol profesional y ni soñar con que algún día estuviera el rebaño sagrado por allá, para verlo de cerca y en vivo y no a través de una pequeña televisión en blanco y negro y a más de mil kilómetros de distancia.
Y decíamos por sentimiento, pues en la niñez sólo se pudo ver una vez campeón al Guadalajara, en 1987 y dos ocasiones más en la etapa adulta, en 1997 y 2006. Desde entonces han levantado la copa una, dos o más veces otros equipos, como América, Pumas, Monterrey, Atlante, Pachuca, Santos, ¡hasta Tecos, Xolos y Cruz Azul!
Entonces por número de campeonatos no fue, sólo fueron suficientes el orgullito de que juegan "puros jugadores mexicanos" y que entonces era el único rival provinciano capaz de darles en su madre a los presumidos equipos chilangos, pero ya ni lo segundo.
A pesar de que tanto Chivas como Atlas andan por la calle de la amargura en la cosecha de puntos y ya ni se diga de campeonatos, hay una gran diferencia entre ambos equipos y no es solamente el dinero, aunque sí se deriva de éste.
Atlas no gana porque hay pobreza, no hay lana, no se les paga a los jugadores, no hay con qué traer un buen técnico; los chavos que juegan ahí juegan por amor a la camiseta, como dicen los comentaristas. Saben que no hay dinero y aún así juegan, con protestas y con camisetas al revés, pero dan lo poco que tienen en la cancha.
No hay recursos en Atlas para un buen fútbol y si a veces tienen una campaña notable es porque hay buenos jugadores que juegan bonito y barato… para que luego sean vendidos porque los dueños no tienen dinero para pagarles a los demás.
Y la diferencia con Chivas, donde sí hay dinero o por lo menos el dueño aparenta tenerlo, es que a los jugadores les vale madre; están más preocupados porque se termine el partido e irse al antro con unos amigos y unas putas y ya ni les interesa si alguien los ve y luego los ventanea en las redes sociales, es tal el cinismo que nada les importa, total, el dueño les pagará puntualmente su sueldo, por muchas amenazas de suspensiones y sanciones que profiera.
En otros equipos es común ver que si un jugador la riega, tiene "baja de juego" a causa de su vida nocturna o tiene alguna grave indisciplina, sea suspendido por uno o varios partidos, se le rebaje su sueldo o de plano sea mandado a un equipo inferior y sea vendido a las primeras de cambio.
En Chivas no pasa así, su dueño y directivos hacen como que se enojan, anuncien que habrá sanciones y no sé qué, pero de ahí no pasa y si acaso ponen un castigo al jugador indisciplinado, será algo ligero.
¿Por qué no castigan ejemplarmente al cada vez más inútil de Marco Fabián en Chivas? No sirve para nada.
Porque a Jorge Vergara no le preocupa que Chivas gane partidos y campeonatos, sólo le interesa el dinero, ver de dónde sigue sacando, dónde sigue produciendo. Marco Fabián, a pesar de ser lo más nefasto de los últimos tiempos del equipo, sigue estando muy cotizado y equipos incautos que estén dispuestos a pagar millones de pesos por él.
Un jugador exhibido, minimizado y castigado no valdrá mucho, si Marco Fabián no juega, no sale a la banca y por el contrario, es multado y sancionado, no habrá quien pague por él una millonada.
Vergara no ve lo mal que ande el equipo, sino la lana, solamente la lana y nada más que la lana y hará lo que sea por seguirla teniendo. Olvidémonos de que vaya a mejorar al equipo, pues sólo anda preocupado por seguir produciendo dinero, aunque se vaya el equipo al averno…

Por eso es hora, por lo menos para que el esto escribe, en desengañarse y darse cuenta de que Vergara sólo fue un mentiroso más, que, como Salvador Martínez Garza y los de la Asociación Civil, sólo quieren que entre dinero a sus bolsillos.

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