Por Mary Franco Camarena.- Al ingresar al
Santuario del Señor de la Misericordia, podemos observar a esos feligreses que
ingresan de rodillas, hasta postrarse ante la venerada imagen del Señor de la
Misericordia, de ese rostro bondadoso, amable y misericordioso y ahí cada quien
en silencio reza y eleva sus plegarias a este Cristo amado, quien sale de su
santuario acompañado de carros alegóricos para colmar de amor y bendiciones a
su pueblo a propios y extraños, a esos hijos ausentes a esas personas que
ingresan tristes y salen alegres del santuario una vez que le imploraron y le
rezaron sus penas y también le agradecieron los milagros, esos que día a día
son colocados al salir de la puerta por la calle Pedro Medina, quien lo
encontró en el mes de septiembre hace 174 años.
¿Pero sabe quien elaboró esa hermosa
corona, digna para el Rey de Reyes? Ese
orfebre, hacedor de la corona que nuestro Señor de la Misericordia estrenó en
2011, su nombre es José Francisco Hurtado Pérez, nacido en Tepatitlán el 14 de
octubre de l949, quien se casó con la señora Juanita Rodríguez y procrearon
cinco hijos: 4 mujeres y un hombre.
Un hombre sencillo, amable, quien desde a
la edad de 15 años se dedica a la joyería y actualmente ha diseñado una gran variedad de coronas para
diversos Cristos: del Señor del Encino, El Señor de la Misericordia, donde la
mayoría de los tepatilenses y personas venidas de otros lugares, pensábamos que
la corona era de origen italiana o tal vez de otro país y para nuestra sorpresa
ese hacedor de coronas hermosas es nada menos que un tepatitlense.
Don José elabora en un taller sencillo y
con las herramientas necesarias esas coronas dignas para portarlas esos
Cristos. ¡Qué emoción subirse por las escaleras y llegar hasta nuestro Señor de
la Misericordia para medirle la cabeza y elaborarle la corona, tener ese rostro
de nuestro Señor de la Misericordia a pocos centímetros, tocarlo con sus manos
y rodearlo con la cinta métrica para medirle esa corona! ¡Qué dicha, qué
emoción y qué momentos tan inolvidables vivió, en tanto imaginaba en su mente
como diseñaría esa corona digna para nuestro Señor de la Misericordia!
Tantas anécdotas que guarda don José
Francisco, quien con esa sencillez que lo caracteriza, seguirá trabajando y
elaborando esas coronas, esas piezas finas, diseñadas por un tepatitlense y
para el mundo, Dios le dio ese don tan especial, el cual no ha desperdiciado, sino que lo hace
con esa sencillez y amor a su trabajo.
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