"Nos los vamos a chingar": delincuentes a policías

+ Cinco horas de terror

+ Toda una familia tuvo que esconderse bajo la cama

“Ya no disparen, ¿que no ven que hay vecinos alrededor?”, dijeron los policías a los sujetos que desde dentro de una casa les disparaban sin tregua la noche del martes en Tepatitlán

“A los vecinos no les vamos a hacer nada, pero a ustedes sí nos los vamos a chingar”, respondieron los cuatro sujetos que se refugiaban en la finca.

Lo anterior fue escuchado por una mujer, madre de familia, cuyo hogar se encontraba a pocos metros, donde durante horas tuvieron que esconderse bajo la cama de uno de los cuartos, a fin de no ser

alcanzados por ninguno de los disparos.

Cinco horas -refiere la señora- fue lo que tuvo que estar ella y sus hijos, en medio de la oscuridad, esperando a que se dejaran de escuchar las detonaciones. La policía les pidió que se quedaran encerrados y no salieran hasta que se los ordenaran, pero la autorización nunca llegó y la mujer decidió salir luego de varias horas refugiada, pese a que aún no recibía el permiso de los oficiales, sin embargo decidió abandonar su hogar, tras notar que un olor a gas (proveniente presuntamente de un tanque

estacionario perforado por las balas) se hacía cada vez más intenso y que hubo una pausa en las detonaciones.

La salida no fue menos desagradable que escuchar los balazos, pues la mujer y sus hijos debieron caminar entre los cadáveres que se encontraban en la vía pública y correr durante cientos de metros en medio de las tinieblas, hasta poder encontrarse con su esposo que se encontraba trabajando cuando empezó la refriega y cuando intentó llegar a su hogar fue impedido por las autoridades.

No les pasó nada, aunque la vivienda tiene incontables impactos de esquirlas de granada y hasta una cuarteadura en una de las paredes, mientras que la camioneta familiar resultó con un cristal hecho pedazos.

Ahora, sólo el recuerdo de una tarde-noche de pesadilla y algunosescombros de lo que antes fue una casa de dos pisos, desde donde dispararon a policías cuatro sujetos, es lo que queda en el cruce de las calles Pipón y Nochebuena en Tepatitlán, pues ya se fueron los policías estatales, militares, agentes de la Fiscalía y de Ciencias Forenses y sólose podía ver a gente de Obras Públicas demoliendo la vivienda, bajo la vigilancia de apenas unos cinco policías municipales.

En la calle, decenas de curiosos observan las labores de demolicióndel domicilio donde vivían los sospechosos; los alumnos del Cecytej, ubicado a unos metros de donde se dio el enfrentamiento, ya volvieron a las aulas y aprovecharon la hora de la salida para ir a curiosear y tomar fotos con sus celulares de lo que fue la casa de seguridad.

La madre de familia que escapó de su casa en medio de la balacera asegura poder dormir bien, pese a todo lo que presenció el martes, sin embargo, al momento de relatar su historia, la retroexcavadoraque remueve los escombros hace un fuerte ruido, haciendo que la mujer se sobresalte y se justifique diciendo que aún recuerda la metralla.

Además reprueba que el alcalde haya dicho por todos los medios que fue un vecino quien denunció a los agresores, pues ahora temen una venganza contra todos aquellos que vivan cerca de donde se dio elenfrentamiento.

La Secretaría de Salud Jalisco anunció una brigada médica que atiende a los vecinos por las secuelas que les haya dejado el episodio violento.

Algunos refirieron que no los ha visitado nadie del gobierno, pero otros señalan que sí estuvieron un rato durante el miércoles y atendieron a los pobladores.

Un hombre afirmó que las reparaciones a sus viviendas urgen, por lo que no pueden esperar a que el gobierno les paguen los daños y ya comenzaron a hacer los arreglos indispensables, como las instalaciones de agua y luz, “pues sin eso no se puede vivir”, asegura el vecino.

Personal del ayuntamiento ya citó a los afectados a una junta el viernes por la tarde en las ocinas de Catastro, donde se habría hecho un inventario de los daños a las viviendas y ahí mismo les informarían el procedimiento para las reparaciones a sus domicilios. De los vehículos ninguna autoridad ha dicho nada, pero los propietarios tienen la esperanza de que el mismo municipio les diga qué se hará al

respecto.