+ Celebraron en la casa de
San Pedro Tlaquepaque
Por Oscar Maldonado Villalpando
También hizo presencia el frío como si
fuera la primera mañana que anuncia el invierno. La casa del Señor Cardenal don
Juan Sandoval se vio colmada con el arranque motivador de los mariachis, con el
estruendo en el cielo de las descargas madrugadoras de cohetes, con la
presencia cordial de los invitados que se anticiparon al sol para saludar y
mostrar afecto y gratitud al Arzobispo Emérito de esta grey tapatía.
Desde las 6 de la mañana fue creciendo el
murmullo frente a esta casa de San Pedro Tlaquepaque. Cuidadosamente todo
estaba preparado, las primeras luces daban fe de la diligencia en tener lo
necesario para la ocasión. Hermosos arreglos de flores enmarcan el escenario en
el que preside el Cristo, a la derecha la Virgen de Zapopan y a la izquierda el
cuadro de San Juan de Capistrano, patrono bautismal del Señor Cardenal.
Las mañanitas en guitarras, violines y
trompetas inundaron todo el lugar. Abrazos, saludos, sonrisas, recuerdos,
felicitaciones. Canciones de fiesta, canciones que mueven a la alegría. A las 7
de la mañana empezó la santa misa con un buen número de sacerdotes los señores
obispos Rafael Martínez, Juan Gutiérrez, Francisco González, así como el
Vicario General, don Ramiro Valdez.
Unidos en la
eucaristía
Don Juan invitó a celebrar con devoción
esta memoria de San Juan de Capistrano. Especialmente en la homilía recalcó la
trascendente misión que Dios encomendó a este santo varón, con su triunfo sobre
los contingentes turcos, que libraba a Europa de ese inminente peligro. Y
explicaba que es su patrono porque Dios se lo dio. Sus padres, don Esteban y
doña Ma. Guadalupe, al consultar que el 28 de marzo de 1933, día del nacimiento
del niño, era dedicado a este santo, pues le pusieron Juan.
Saludos y
bendición
del Papa Francisco
Oportunamente se dio lectura a dos
mensajes de Roma con el saludo afectuoso y cordial del Vicario de Cristo como
coronando la celebración, la Iglesia Universal le reconoce y agradece su
entrega.
Compartiendo la
mesa
Luego entre los árboles, como una gran
familia, las religiosas, los sacerdotes y los fieles compartieron el rico café
y el delicioso desayuno, en la mesa principal fueron invitados los monseñores y
algunos sacerdotes. De forma sencilla y alegre se celebró este nuevo
aniversario del Santo Patrono del Emmo. Señor Cardenal don Juan Sandoval
Iñiguez.
Al medio día sus amistades le ofrecieron
una comida en un restaurant de la carretera a Chapala. Allí manifestó, ante
pregunta expresa, mandó saludar a sus paisanos de Los Altos, que los saluda y
les invita a que sigan siendo honrados y decentes.
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