Frente a la presidencia
+ Pedían hablar con el alcalde, para
darle un pliego
petitorio y que lo haga llegar al gobierno estatal
7 días.- Unas 150 personas, entre ellas
maestros que dijeron pertenecer al Movimiento Bases Magisteriales (MBM) y a la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se plantaron
frente a la presidencia municipal de Tepatitlán, para pedirle a las autoridades
que presenten en nombre de los maestros, un documento ante el gobierno del
estado, donde exponen los puntos por los que se oponen a la reforma educativa.
El líder del movimiento, Vidal Partida
Rubalcava, exigía con un altavoz al presidente municipal Jorge González Arana,
que bajara a atenderlos o que mandara a algún funcionario en su lugar para
entregarles un pliego petitorio, para solicitar la inconstitucionalidad de la
nueva ley en materia de educación.
Una docena de policías municipales,
ataviados con equipo antimotines, resguardaban la entrada de la presidencia
municipal, mientras que los quejosos aseguraban que no se irían hasta que
alguna autoridad los recibiera.
Pasaron los minutos y nadie salía en
nombre del ayuntamiento, por lo que los líderes comenzaron a recriminarle a las
autoridades que cuando el municipio los necesitaba para un evento público,
siempre los buscaban a primera ahora y ahora que los educadores solicitaban a
alguna autoridad, nadie acudía.
También aseguraron que era innecesaria la
presencia policiaca, pues "los maestros no son un peligro para el
pueblo", pero que si deseaban (los policías), podían quedarse a
acompañarlos.
Por fin bajó el secretario del
ayuntamiento, Norberto Venegas, quien pidió ser acompañado por un grupo de
cuatro manifestantes, a fin de subir con el alcalde, quien ya los esperaba en
su oficina.
El resto del contingente se quedó
vociferando y mostrando sus pancartas, asegurando que no se irían hasta que
salieran sus compañeros y confirmaran que el presidente entregaría el pliego
petitorio ante el gobierno estatal.
Una vez con el primer edil, los maestros
del CNTE manifestaron sus inquietudes, argumentando entre otras cosas que no
temían a la evaluación, pues llevan más de 20 años siendo puestos a prueba,
pero añadieron que la reforma educativa era más bien laboral y estaba
encaminada a despojar de los derechos que los trabajadores de la educación y
habían conquistado en el pasado.
Por su parte, el presidente Jorge
González, admitió que no había estudiado con detenimiento en qué consistían las
reformas laborales y evitó manifestarse a favor o en contra de las protestas,
pero se comprometió a proporcionar seguridad y derecho de tránsito durante sus
manifestaciones y entregar el documento al gobierno estatal que le dieron los maestros.
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