+ Pero empezaron las ráfagas y granadazos y ¡ay cabrón!
+ Y el alcalde de Tepa perdido; sale a informar, desinformado
Por
Víctor Ontiveros Aguirre
Marcaba
el reloj pasadas las 6 de la tarde cuando una llamada del periódico
me alertó de que había explotado una granada en Tepatitlán. Les
dije con desenfado: Ahorita me ubico al lugar. Me indicaron que era
por El Pipón y yo me hallaba en la Colonia del Carmen,pero
vi que pasaron muchas patrullas... A los diez minutos terminé
lo que estaba haciendo y me dirigí al lugar sin prisas; en mi
interior me decía que al cabo ya pasó, sería algún
atentado y ya, nomás tomar una foto y listo, a mi casita, que está
un poco retirada.
Llegamos
por el rumbo de la central de autobuses, enfilamos por la unidad
deportiva de
El
Pipón, me paré para recargar el teléfono y me llamó la atención
que a lo lejos se escuchaban detonaciones de armas de fuego, vi que
la gente actuaba como si nada y no me caía el veinte de lo que
ocurría, en eso me llama una compañera y me dice que ellos se
regresaban porque estaba fuerte labalacera, la adrenalina me subió y
le pregunto que en dónde. “Por la Carnicerito”, me contesta.
Enfilamos
para allá de inmediato, y justo en la gasolinera veo ambulancias y
policías, por lo que me estaciono enfrente del lugar. Nos estábamos
bajando del auto, me acerco a las ambulancias y veo que llevan
a policías heridosy las detonaciones seguían no muy lejos del
lugar. Todos empiezan a correr y nos gritan que corramos,
no nos lo dijeron dos veces y nos cubrimos en un fraccionamiento
cercano.Todo era confusión, las detonaciones de armasde
diferentes calibres y la clásica explosión de granadas nos puso los
pelos de punta. Llegaban unidades de policía de otros municipios
como Zapotlanejo, El Salto, la Fiscalía, Lobos de Guadalajara, de
Vialidad, de la Estatal,d e Acatic. Reinó de momento el desconcierto
y se escucharon disparos por el Centro de Salud,personas armadas
tiraban hacia los uniformados y ellos contestaban el fuego. Otra
balacera se escuchaba más al interior dela colonia cerca del
Cecytej, y otra más hacia abajo. Llegaron más policías vestidos de
civil, quizás dela Fiscalía, sacaron armas de grueso calibre yc
ontestaron el fuego replegando a los delincuentes que parecía que
querían salir por ese lugar.
Junto
conmigo estaba mi hijo y un padre de familia que trató de llegar al
Cecytej por su hija, pero estaba hecho un manojo de nervios y se
estremecía cuando escuchaba las granadas y la intensa balacera, al
punto del llanto imploraba al cielo para que terminara esto, de plano
no se contuvo y se acercó a los policías, pero más tardó en
llegar que en que lo corrieran a mentadas de madre para que se
resguardara. Para ese entonces nos piden los policías a gritos que
nos fuéramos del lugar, les digo que mi carro está en la avenida y
me corren; una
persona
que habita en un edifcio nos abre la puerta para resguardarnos y
subimos al cuarto piso desde donde la vista era excelente.
Dieron
las 8 de la noche y no terminaban las ráfagas de las ametralladoras.
Ahora sí se percibía que se concentraba en un solo lugar la
balacera, porque al principio fue en varios puntos de la colonia,
curiosamente comentaba con la persona de la casa que nos dio
albergue que “no era justo que tanta gente inocente que estaba
seguramente escondida bajo la cama, estuviera envuelta de un momento
a otro enuna batalla tan feroz, los niños, los ancianos, los más de
300 alumnos de la prepa Cecytej,¿qué culpa tienen ellos de todo
esto?, son miles de personas las que viven por este lugar y que
estarán aterradas”.
Justo
abajo del edifcio donde estábamos llegaron ambulancias de Protección
Civil y deCruz Roja y también empezaron a traer niños con uniforme
azul, unos desmayados y otros en completa crisis nerviosa entre
gritos y llantos, y como fondo más estruendos de granadas y los
balazos que no cesaban. Un encargado de Protección Civil pedía que
desalojaran las ambulancias porque había más heridos; los
muchachitos quedaron en el suelo y las
unidades
entraban al lugar del conflicto y salían a toda prisa. Una maestra
pidió que los sacaran dellugar en alguna ambulancia y le dijeron que
no, como seguían las explosiones se fueron todos por el llano
de atrás con la intención de llegar al templo de Cristo Rey.Nos
quedamos con los paramédicos ya fuera del edifcio pasando las 8 de
la noche y seguían las
detonaciones,
mientras que a mi teléfono entrabanllamadas del periódico del
Portal, del 7 días, de mi casa, de El Occidental… y les decía lo
mismo, pero no me creían que siguiera la balacera, les pedí que me
pusieran saldo y me llegó para poder seguir hablando. Luego de
casi 4 horas se escuchó que arreciaron las balas y un fuerte
estallido y el ruido se calmó.
Llegan
más policías del Estado y losreporteros que estaban en el lugar se
dieron cuentade que era Nájera. Y por fn, luego de varias horas de
angustia, quedó la situación controlada, pero no nos permiten
acercarnos al lugar, ya que según los uniformados hay varias
granadas tiradas en el piso que no estallaron.
Por
fn pudimos salir del sitio ya cerca de las 12 de la noche, con
los nervios de punta por estaterrible experiencia.
Recuento
fnal: tres policías del Estado y cuatro sicarios muertos, detenidos
uno, y lesionados enese momento la cifra era contradictoria ya que
losparamédicos señalaban que iban 6, otros que 14… Era
compresible, ya que todo esto fue inesperado y rebasó cualquier
expectativa. A lo que no daba yo crédito fue al escuchar que el
alcalde de Tepatitlán decía que todo estaba bajo control y que sólo
había un muerto, pensé que este hombre era el ser más desinformado
de la tierra. Desde que estoy en la reporteada no es la primera vez
que me toca vivir un enfrentamientoentre policías y delincuentes,
pero sí la primera que sucede entre tanta población civil y donde
sólo Dios sabe por qué ninguna bala le tocó a un ciudadano. Sin
duda fue por su gracia divina.
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