La iglesia en Cuba





Por el padre Miguel Ángel

Hace algunos años tuve la oportunidad de visitar Cuba y me enteré de  que a mediados de 1960 fueron expulsados del país un obispo y 131 sacerdotes, enseguida comenzó el éxodo de sacerdotes, religiosos y religiosas, al perder sus escuelas y obras de beneficencia sociales, en medio de la confusión general de aquellos momentos. De los aproximadamente 800 sacerdotes que había en el país quedaron un poco más de 200 e igual número de religiosas quedaron de las más de 2,000 que trabajaban en Cuba, sin olvidar que para esas fechas se registraban en el país alrededor de 6 millones y medio de habitantes.
La Iglesia perdió sus instituciones educativas y casi la totalidad de sus centros asistenciales (un catálogo de 1955 cita más de 255 obras de beneficencia). Se terminó todo acceso a los medios de comunicación (radio, televisión, prensa y publicaciones). Quedó la Iglesia disminuida en casi un 90% de sus cuadros pastorales. Se disolvieron las asociaciones como la Acción Católica y se prohibió todo acto de tipo religioso fuera del recinto del templo.
Durante este periodo, gracias a diversos factores y en particular al trabajo desempeñado por la nunciatura apostólica y los obispos, ha habido una lenta y progresiva distensión en las relaciones Iglesia-Estado; el gobierno, por su parte, ha dado signos de reconocer el valor y la vigencia de la Iglesia, aunque en algunas situaciones se siguen alternando algunos momentos tensos con otros favorables.
En estos últimos años han entrado al país un número proporcionalmente considerable de sacerdotes, religiosos y religiosas, que con las ya existentes representan a los países de España, Canadá, Francia, México, India, Italia, Brasil, República Dominicana, Colombia, Guatemala, Irlanda, Puerto Rico, Venezuela y Alemania.
Las sectas protestantes, al igual que en otros países de América Latina, toman más fuerza cada día en la isla. El sincretismo religioso, manifestado en la santería y el espiritismo practicados por un alto porcentaje del pueblo cubano, requiere un trabajo de purificación muy delicado que casi no se ha podido iniciar.
De 1960 a la fecha con el nuevo sistema social marxista-leninista, la Iglesia apenas ha podido subsistir, mucho de los jóvenes nacidos en este periodo no están bautizados.
El 8 de septiembre la Iglesia de Cuba celebra la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, su Patrona. La historia de la devoción de los cubanos a María bajo esta advocación coincide con la historia de la imagen: Apareció a principios del siglo 17, en forma un tanto misteriosa. Un esclavo negro y dos indios encontraron la imagen flotando sobe el mar después de una tormenta. La llevaron al poblado de El Cobre. Desde ese momento, la devoción a la Virgen de la Caridad del Cobre fue creciendo y tomando cada vez más fuerza en la isla hasta nuestros días.
Que la gran intercesión de la Santísima Virgen alcance de Dios nuestro Señor abundantes bendiciones para que todos los cubanos recuperen la fe.

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