Pongan orden con las motos




Reciban el saludo semanal de costumbre.

El encabezado de ésta nota es un llamado urgente a continuar con los trabajos de revisión y orden con tantos motociclistas que se han soltado como una plaga que circula peligrosamente por calles, carreteras y caminos de Arandas.
Se entiende que es un modo de trasladarse que resulta ciertamente económico. El problema radica en que muchas personas que anteriormente no han manejado un vehículo de motor, ahora se trepan a una motocicleta e ignoran completamente los conocimientos básicos requeridos para circular en un vehículo de éstas características.
Por ello es que comprometen su situación física y además a otros conductores de automóviles que ni la deben ni la temen, pero si se ven en riesgo de involucrarse en un accidente de lamentables consecuencias muchas veces por culpa de la falta de pericia y conocimientos de conductores de motocicletas que pululan por doquier sin observar las más elementales reglas de tránsito al circular.
Lamentables accidentes han ocurrido precisamente por los graves descuidos, falta de pericia, exceso de velocidad y ausencia de conocimiento de las formas y reglas con que se deben de conducir las motocicletas.
Campañas se han efectuado para regularizarlos. Les revisan que traigan su casco puesto, que tengan placas de circulación y que circulen por el lugar adecuado, pero hay 2 cosas que se han dejado de lado y que, a mi juicio, son demasiado importantes para no ser tomadas en cuenta.
1.- Así como para conducir un vehículo de otras características, antes de dotar de placas a las motocicletas, debería hacérseles una prueba en donde acrediten conocimiento de las señales de tránsito y la forma de circular por las calles y entre el tráfico.
2.- La contaminación auditiva provoca molestias no menores a gente de todas las edades, pero particularmente a niños, ancianos o enfermos que tienen que soportar la “ocurrencia” de quitar los silenciadores a los mofles de las motos y con su ruido infernal hasta presumen acelerando ruidosamente sin que nadie haya tratado de frenarlos en éste aspecto.
Lamentables sucesos han llegado a nuestro conocimiento de accidentes fatales unos y no tan graves otros, pero con cierta frecuencia están ocurriendo, lo que es una alerta para las autoridades de vialidad o movilidad para que sean más exigentes con los requisitos requeridos para circular en éste tipo de vehículos.
Mucho agradecería la ciudadanía lo concerniente al ruido excesivo y su intervención para evitar accidentes lamentables como los que han ocurrido últimamente.

Nos leeremos en la próxima entrega.

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