En un bautisterio de un templo de
Tepatitlán se llevó a cabo la sencilla pero muy significativa ceremonia de
bautismo, en donde la pequeña hija de los señores Iván González y Blanca
Miranda, recibió por vez primera las aguas del Jordán que la liberan del pecado
original.
Durante la ceremonia el sacerdote les
habló a los padres y padrinos de la responsabilidad que adquieren con la niña y
en donde les señaló lo importante es que velen por su salud y educación,
después de estas palabras acercaron la cabecita de la niña a la pila del
bautismo y en donde al rociarle el agua bendita el sacerdote pronunció el
nombre de Ana Paola.
Al final de la ceremonia se ofreció un convivio en una
terraza social, en donde los padres y padrinos fueron muy felicitados.
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