Deshilados



Ojalá el arte se diera en maceta…

 La cultura no tiene patrono. Tampoco tiene dueño.
 La cultura es de quien la hace, de quien la practica.
La cultura es lo que somos, sí; pero también es lo que deberíamos ser.
 El tema cultural pareciera ser, por un lado, una serie de actividades de gente curra que se peina, se perfuma y viste de gala para acudir a un acto musical o una velada artística. Por otro lado, pareciera ser, también, un grupo de personas inconformes con el statu quo, que busca romper paradigmas e ir contracorriente, contra lo que nos imponen los imperialistas.
 En Tepatitlán existen muchas y muy variadas expresiones culturales, que viven con, sin o a pesar de la política pública del ramo.
 De hecho, lo que no hay en este municipio es una política pública de la cultura.
 Hemos caído en el antojo o la preferencia personal de quien ostenta la cartera en la Regiduría correspondiente. Ya ni siquiera hay coordinación entre el Museo, la Casa de la Cultura, la Regiduría y la comunidad creativa. Cada uno va por su cuenta, como si de competir se tratara, cada cual su gusto, su género y su técnica.
 Cada quien trae sus canicas, las guarda o las presume según la conveniencia, según su interés, pero no hay secuencia de esfuerzos, ni calendario, ni proyecto. Hemos caído en una agenda de traspiés donde lo importante –para los gobernantes- es el acto inaugural con sus respectivas fotografías.
 Las quejas son permanentes sobre la falta de asistentes a eventos culturales. La autoridad lamenta que el pueblo no acuda a sus llamados; los creadores lamentan la falta de espacios, los talleristas lamentan la falta de promoción, los escritores no cuentan con presupuestos para imprimir, los planteles no se suman y no se genera una corriente sólida de promoción cultural.
 Tenemos, lamentablemente, una enorme cantidad de espacios en desperdicio, sin uso ni beneficio, edificios llenos de materiales pero huecos de arte; gobernantes que prefieren el aplauso y artistas que no encuentran el reconocimiento.

 Si pudiéramos describir nuestra compleja situación cultural actual en Tepatitlán, el ejemplo lo encontramos en un lienzo de tela esperando las pinceladas de una gran obra maestra, que se ha ido deshilvanando con el paso del tiempo, arrumbado, deshilachado…

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