Automovilista foráneo
Con aprecio les escribo estas líneas esperando para bienes en su trabajo, y aprovechando para comentarles que el sábado pasado anduve por su bella ciudad, la cual es generosa, y ándale que de pronto una patrulla de vialidad me detiene con el argumento de que cometí una infracción, cosa que pedí al elemento de vialidad me indicara exactamente la cuestión, y sin que mis palabras lo convencieran, en tono despótico y arrogante, me contesto que él no estaba para estos detalles, procediendo a levantar la infracción. Le insistí en que no soy un delincuente para merecer este trato, sino que por derecho debe de ser cortes, amable y proceder de ser necesario. No hubo razón que le desistiera su déspota actitud, aun siendo yo un foráneo con vehículo placas del vecino estado de Aguascalientes, por lo que, creo, debo tener una llamada de atención antes de ser infraccionado.
Y bueno, para no enfadarlos, solo deseo que mi comentario le sea útil a esta tipo de funcionarios que , por ser ellos el contacto directo con la ciudadanía, echan al drenaje los buenos propósitos de todo un equipo de trabajo de trabajadores que si cumple, y desde luego, todo es dineral invertido en talleres de superación, academias, proyección turística enarbolando las generosidades de tan pujante ciudad, quedan en entredicho, porque un mal funcionario espanta de porrazo el turismo, dejando un pésimo sabor de boca.
Estoy consciente de que pude haber cometido dicha infracción, como lo indica la boleta, mas por las fotografías que usted puede observar, estoy en pleno derecho de rebatirlo. No es este el problema, ni mucho menos, es la actitud desagradable y por de más humillante, que un servidor público crea ser dueño (con eso de que traen un arma y un vehículo producto del erario) de nuestra dignidad.
Mi afán pues es contribuir a ser mejores con este humilde comentario.
Por su atención, muchas gracias.
José de Jesús Gutiérrez Pulido.
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