Sueño que se hizo realidad


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

En mayo de 1862, Don Bosco presenció en sueños una espectacular batalla naval y una gran victoria.

Vio que en un mar tormentosos viajaba una gran nave (la iglesia) piloteada por el Romano Pontífice y a su alrededor muchísimas navecillas pequeñas (las comunidades, los hogares, cristianos, etc) De pronto aparecieron un sinnúmero de naves enemigas armadas de cañones (el ateísmo, la corrupción, la incredulidad, el secularismo, etc) y empezó una tremenda batalla. Ambos bandos se batían heroicamente. El piloto de la Gran Nave, el Papa, cayó herido (poco después de este sueño el Papa fue desterrado) pero pronto se levantó cuajado otra vez (el Pontífice regresaría pronto del destierro) sigue el combate y de nuevo el gran piloto cae otra vez herido y muere ( no mucho después de este sueño El Papa Pío IX murió). Pero fue reemplazado enseguida por un nuevo piloto (El Papa León Trece, a quién Don Bosco reconoció claramente en la visión y por eso antes de que lo eligieron Pontífice ya lo felicitó porque ya sabía que llegaría a serlo) y continuó la lucha violentísimamente. 

A los cañones enemigos se unen las olas violentas y el viento tempestuoso. (Las dificultades que la Iglesia encuentra siempre para sus labores). Las naves enemigas cercan y rodean completamente a la Nave Grande de la Iglesia y a todas las navecillas pequeñas de los cristianos. Y cuando ya el ataque es tan pavoroso que todo parece perdido, emergen desde el fondo del mar donde inmensas y poderosas columnas. Sobre la primera columna está la Santa Hostia y sobre la otra imagen de la Madre de Dios. La nave del Papa y las navecillas de los cristianos se acercan a las columnas y asegurándose de ellas ya no tienen peligro de hundirse. Luego, desde las dos columnas sale un viento fortísimo que aleja o hunde a las naves enemigas, y en cambio a las naves amigas les arregla todas sus averías.

Todo el ejército enemigo se retira derrotado y los cristianos con el Papa a la cabeza entonan un himno de acción de Gracias a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora.

Después de este sueño, ya don Bosco no se cansa nunca de recomendar a todos un gran amor a la Santa Eucaristía y a María Santísima. Repite un slogan que se ha hecho famoso “propaguen la devoción a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora y verán lo que los milagros”.

Algo que nos debe sorprender en este sueño de San Juan Bosco es que conoció quien sería elegido Papa después de la muerte de Pío Norio, pues claramente se dio cuenta de que secretaba nada menos que de León XIII.

No cabe duda que Dios Nuestro Señor le concedió en vida grandes favores a San Juan Bosco y por supuesto ahora que está en el cielo le sigue concediendo aún mayores gracias para que interceda por nuestros niños, adolescentes y jóvenes que tanto necesitan de su ayuda.

Que San Juan Bosco ruegue por todos nosotros.

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