Llegará en unas semanas más
• Defensa logró que se variara el delito de parricidio a homicidio a título de culpa, lo que reduciría la pena
Dolores Marcela Tapia Tapia, quien en febrero de este año fuera detenida por haber envuelto en celofán a su hijo de tres años, creyéndolo muerto, podría recibir su sentencia de parte de un juez de Tepatitlán en las siguientes semanas, por los cargos de homicidio a título de culpa, falsedad de declaraciones e inhumación clandestina, según informaron fuentes allegadas al caso.
La mujer, de 23 años de edad, vivía en la delegación de San José de Gracia, en Tepatitlán, junto con sus cuatro hijos, sin embargo, el más pequeño de ellos, Jonathan, de tres años y de acuerdo con la Fiscalía, sufrió un fuerte golpe en la cabeza mientras jugaba en la calle con sus hermanos. La madre, al verlo que no se movía pensó que había muerto a causa de la contusión y decidió envolverlo en celofán, ocultarlo en un ropero y al día siguiente reportar su supuesta desaparición a manos de un desconocido, ante la agencia del Ministerio Público de la cabecera municipal.
Sin embargo al rendir su declaración ante la Fiscalía incurrió en varias contradicciones, lo que hizo sospechar a los agentes, ante quienes terminó por admitir que en realidad el menor había perdido la vida y su cuerpo estaba oculto dentro de la misma finca donde vivía.
Desde entonces Marcela ha estado recluida en el Centro Integral de Justicia Regional (CEINJURE) Altos Sur; la defensa apeló el auto de formal prisión y el caso se turnó a Guadalajara, de donde regresó recientemente a Tepatitlán y ahora se siguen desahogando las pruebas en contra y a favor de la inculpada, destacando un examen psicológico que la Fiscalía solicitó practicar para establecer si padece algún grado de desorden mental la fémina.
Las fuentes consultadas refieren que la parte defensora no podría diminuir ya las agravantes de Tapia Tapia ante el juez, sin embargo se logró desde un principio que el Ministerio Público la consignara por homicidio a título de culpa y no parricidio, lo que significa una diferencia considerable en la sentencia que se le pueda imputar, pues el primero de los delitos implica una pena de entre 2 y 6 años, mientras que la otra modalidad acarrea una prisión de 25 a 45 años.
De acuerdo con las personas que han seguido de cerca el proceso de Dolores Marcela, se pronostica que el juez aplique una pena intermedia por el delito de homicidio en su modalidad señalada, unos 4 o 4 años y medio, mientras que para las otras dos acusaciones se haría un concurso de delitos, aplicándose sólo una tercera parte de la máxima sentencia.
Por el delito de inhumación clandestina y el falsedad de declaraciones, la pena máxima es de dos años cada una.
Saldrían libres policías municipales acusados de violación equiparada
Respecto a los policías de Tepatitlán Isael Madrigal Ayala y Julián Alberto Ávila Hernández, acusados de violación equiparada a una joven mujer de Tepatitlán en mayo de este año, se prevé que puedan salir libres y bajo ningún cargo, pues la única prueba pericial (un examen ginecológico forense) no habría demostrado que hubo abuso sexual y la parte ofendida no se ha presentado al juzgado a sostener un careo con los acusados, a pesar de haber sido requerida en cinco ocasiones por el juez.
Fuentes consultadas y allegadas al caso refirieron que se está en la etapa de desahogo de pruebas, pero al no haber ninguna contundente en contra de los acusados, se prevé que estos sean absueltos en unas semanas más, si el juez llega a desestimar los elementos que hay en contra de los oficiales.
Madrigal Ayala y Ávila Hernández se encuentran suspendidos por la policía de Tepatitlán, luego de que el municipio intentara darlos de baja mientras estaban en prisión, pero la defensa logró que sólo hubiera una interrupción temporal de sus actividades, a fin de que no pierdan sus derechos laborales y puedan recobrar sus puestos si llegan a salir absueltos o en su defecto, ser finiquitados conforme a la ley.
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