Lo que le sucedió a Lutero


Por el padre Miguel Ángel
padre.miguel.angel@hotmail.com

Martín Lutero, que fue sacerdote y abandonó la Iglesia Católica y llevó a la herejía a muchos que antes habían pertenecido a la verdadera religión, cuando apenas le faltaban dos años para apóstata o renegar de su fe católica, escribió así a un amigo: “Soy once veces superior. Soy director de estudios y vicerrector. Doy clases, escribo numerosas cartas, dirijo discusiones y hago muchas otras cosas. Casi nunca puedo rezar los salmos, porque no me alcanza el tiempo y rarísima vez celebro misa porque tengo que dedicarme a otras ocupaciones. Y me asaltan continuamente las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne”. 

Poco después de esto dejó la religión católica y se dedicó a la herejía. No había tenido tiempo para rezar ni para celebrar misa pero sí lo tuvo para dedicarse a atacar a su antigua religión y volver herejes a sus oyentes. Equivocación fatal: ¡Dedicarse sólo a trabajar y no encontrar tiempo para rezar!
Así como el fundador del protestantismo, Martín Lutero, que abandonó la oración y la Santa Misa, nos puede suceder a todos si por darle más tiempo a las cosas materiales, descuidamos nuestros deberes espirituales.

Yo me he encontrado personas que se afanan tanto en el trabajo, que ni siquiera descansan el día domingo para convivir con su familia, hacer oración y participar en la santa misa.

Dios quiera que esas personas recapaciten a tiempo y no se olviden que hay que saber conservar un verdadero equilibrio entre trabajo, descanso y vida espiritual.

Publicar un comentario

0 Comentarios