Los caudillos de la Revolución en Jalpa (I)

Por Oscar Maldonado Villalpando

Desde el 12 de noviembre de 1914

Este año, es clave en los movimientos políticos y militares en México, se están cumpliendo 100 años de aquella singular historia. El estallido de la Revolución se quedó atrás, han transcurrido cuatro años de aquel inicio, el movimiento Maderista ha terminado con la decena trágica. El porfirismo da señales de vida, los grandes generales de la Revolución no tienen un ideal firme, mucho menos un líder que una todas las tendencias, por más que las historias, las películas y nuestros grandes protagonistas, terminen sus episodios (Jorge Negrete, Pedro Armendariz, El Indio Fernández, Dolores del Río, María Félix, Antonio Aguilar) con puntos suspensivos y un anhelo transformador definitivo.

Jalpa nuevamente a escena

Ya hemos recordado, al cumplirse los 100 años, en julio y agosto el general Pascual Orozco, expresamente visita a Jalpa de Cánovas, para saquearla y obtener recursos para la tropa. Ciertamente una hacienda como Jalpa, al igual que muchas más, está en la mira de los caudillos revolucionarios por los mismos principios, por definición, porque para eso se ha hecho la Revolución, no por nada en esos dramas de película las escenas intensas se realizan en torno a una hacienda, se llame como se llame. Jalpa está en esa categoría.

Podría uno decir que Jalpa se había preparado para eso, nació con una gran vocación, en un territorio que no tiene mucho de pródigo, es un remanso de bonanza. Así fue concedida como un espléndido regalo en aquellos principios de la llegada de los españoles. Con trabajo y entrega de sus propietarios y de su numerosa peonada, Jalpa se fue consolidando como un centro agrícola y ganadero de mucha importancia. Un tiempo clave fue la mitad del siglo XIX. La familia Monterde y Antillón había llegado a Jalpa en 1708, una familia de nobleza y poder económico en Nueva España y en la Madre Patria. Para entonces la hacienda cuenta con 54,165.82 hectáreas. La ganadería crece y la La hacienda se va especializando en la producción de trigo y de harina. En 1784 produce 190 toneladas de trigo, que para las técnicas de entonces, el hecho es muy significativo. Cuenta con 95,000 cabezas de ganado de diversas razas, clasificadas por categoría.

Cruce de destinos

En 1850 la dueña de Jalpa doña Ygnacia Ceballos, hija de doña Manuela Monterde y Antillón, se casa con don Manuel Cánovas de renombrada trayectoria pues fue apoyado por el rico empresario de Querétaro que lo mandó a estudiar a Inglaterra. No tienen hijos y doña Ygnacia  fallece el 17 de julio de 1865. Don Manuel queda como único dueño y se casa con doña Octaviana Portillo y Martín del Campo en 1875. Tienen una hija que es Ma. Guadalupe Cánovas.

Al nacer el siglo XX doña Ma. Guadalupe se casa con don Oscar Braniff Ricard, de una prominente familia de industriales, él fue quien hizo la primera electrificación de León, bien relacionado con el régimen de don Porfirio Díaz.

¿Por qué Jalpa es blanco de los revolucionarios?

Por ella misma. En Jalpa se estableció un servicio de vías, los carros eran jalados por mulas, y se le nombraba Ferrocarril del Centro, que era de mucha  utilidad para los trabajos de transportación de trigo y harina entre el molino y las bodegas. Jalpa, a su vez, estableció un sistema interno de moneda, precisamente don Luis Cabrera Torres tiene en su museo alguna moneda de ese tiempo. Jalpa, como toda hacienda, tenía sus grandes bodegas, sus almacenes propios, su tienda de raya.

Pero la razón más poderosa, como se ha visto ya, fue que don Oscar Braniff, por su propia iniciativa y por nombramiento de don Porfirio fue negociador en los albores de la Revolución con los principales caudillos: Pascual Orozco, Francisco Villa, los demás generales y ante el mismo Madero, todo eso en mayo de 1911. Por tantos motivos Jalpa es visitada tres veces por las tropas de Pascual Orozco entre julio y agosto de 1914.   

Los destrozos fueron grandes en esa aventura. Don Oscar se ve precisado a retirarse por “recomendaciones del mismo Venustiano Carranza” No será solo un punto y aparte en la historia y desarrollo de Jalpa como hacienda. Todo lo acontecido en este 1914 sería definitivo en el destino de Jalpa.