Duros tiempos se avecinan


Vaya para Ustedes el saludo semanal de costumbre.

No es que pretenda ser fatalista, aunque pueda confundirse, más bien trato de ser realista en cuanto al panorama que nos depara el presente año que apenas comienza y lo hace con noticias poco esperanzadoras para que sea bueno.

A los desmanes que se cometen por parte de una fracción de los educadores en el Estado de Guerrero con el pretexto de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, se suma el interés de grupos mezquinos oscuros que promueven el que no haya elecciones en èse Estado. Toman casetas, vandalizan los comercios, obstruyen el paso en carreteras, queman vehículos, toman oficinas de gobierno y se inconforman por todo, tenemos que sumarle la inseguridad que prevalece no solo en ese Estado sino  también en Tamaulipas donde continúan las balaceras y enfrentamientos tanto entre bandas del crimen organizado como con el ejército y la policía federal. Y qué decir de Michoacán, en donde ni siquiera han podido localizar a La Tuta que sigue apareciendo en la red con sus mensajes.

Pero lo anterior ya lo conocíamos, pues hace tiempo que viene ocurriendo. Las novedades aparecen en los últimos días cuando vemos el dólar cuyo precio se va hacia las nubes. El petróleo desciende en su precio hasta niveles históricamente mas bajos y sin embargo el precio de la gasolina no baja.

Se anuncian recortes presupuestales por muchos miles de millones de pesos que se le quitarán a los programas de SAGARPA que apoya o por lo menos debería hacerlo, al campo mexicano, por lo que los agricultores y ganaderos seguirán pasando las de Caín. Afectados también por los recortes, son la Comisión Federal de Electricidad, Pemex, la Educación, la Seguridad Pública y algunos otros programas que tienen que ver con apoyos a la gente de menos recursos y a la educación.

Por si fuera poco, se acaba de conocer el decomiso en el Distrito Federal, de mas de 30 toneladas de medicamentos diversos falsificados que estaban a punto de ser distribuidos por todo el País para ser vendidos a pacientes que principalmente padecen de diabetes, hipertensión arterial, gastritis y otras enfermedades y esto si de plano me parece el colmo de las cosas, pues quién sabe cuantos medicamentos si hayan sido distribuidos ya con anterioridad las farmacias o puntos de venta en el País antes de ser descubiertos por la Autoridad.

No se valen los descuidos en este tipo de asuntos de la salud, pues de por si los medicamentos están muy caros y si alguien se encuentra enfermo y gasta su dinero en conservar la salud, es imperdonable que se le ponga a cambio de su legítimo dinero, substancias que no solo no le curarán de sus males, sino que probablemente hasta le provoquen daños colaterales.

No es difícil suponer que en este asunto pueden existir complicidades de algunas autoridades que se hicieron de la vista gorda para permitir la circulación de estos pseudo-medicamentos que, ingeridos por los enfermos, quién sabe qué consecuencias les puedan acarrear. Con la salud es con lo último que se debe jugar.

Por ello es muy urgente que se amplíe e intensifique la vigilancia en este ámbito para evitar que circulen tales productos y por supuesto, castigar con mano muy dura, con todo el peso de la Ley a los criminales que lucran con el sufrimiento y la economía de la gente.

Vienen ya las campañas políticas y con ellas las promesas  de mejoramiento de muchos aspectos de nuestra vida. Prometer no empobrece, el dar es lo que aniquila.

Antes de emitir nuestro voto, que sí hay que hacerlo, estudiemos acuciosamente, minuciosamente, a quienes nos invitan a que les demos nuestra aprobación y voto. Sus antecedentes y trayectorias previas a su aparición en la campaña, será una información valiosa para poder tomar una decisión acertada. Ya no son más tiempos de improvisados, corruptos y mentirosos. Se necesita un cambio real, tangible, serio y bien intencionado.

El problema es localizar al que sea capaz de darnos eso…


Nos leeremos en la próxima entrega.

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