Unen sus vidas Tarcisio y Yazmín


Es el amor el que une y el que alegra, es el amor el que se acerca y el que cura, el amor siempre es paciente y amable. Nunca es celoso, nunca es jactancioso o engreído, nunca es grosero, no se ofende y no es resentido, el amor no halla placer en los pecados de otros, sino que se deleita en la verdad, el amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.. El amor no pasará jamas, con este hermosa leyenda en la parte superior de la invitación, dos jóvenes enamorados las hacía llegar a sus familiares y amigos.
Y fue en el bello Santuario del Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Arandas, en donde la joven pareja formada por Yazmín Ortega Méndez y el señor Tarcisio Muñoz Navarro, uniría sus vidas  para siempre en la casa de Dios. 

La novia es hija de los señores Guillermo Ortega Ortega (+) y Lilia Méndez Zaragoza, por su parte el novio lo es de Tarcisio Muñoz Castellanos (+) y María Elena Navarro Gallegos, teniendo como sus padrinos de velación a los señores Héctor Pérez Jiménez y Patricia Rivas de Pérez, de anillos, Rodolfo Castellanos Gutiérrez y Margarita de la Mora López y de arras, José de Jesús Hernández Navarro y Estefany Montserrat Gómez Ibarra, durante la misa, el padre Jesús Barba con bellas palabras exhortó a los jóvenes a quererse y amarse por el resto de sus vidas, así como respetarse y formar un matrimonio ejemplar.

Al final de la ceremonia, los recién casados se tomaron de los brazos y caminaron lentamente por el pasillo central hasta llegar al atrio en donde fueron recibidos por una lluvia de pétalos de rosas, minutos después se trasladaron a un club campestre en donde llevó a cabo una amena recepción nupcial y lugar en donde los desposados recibieron innumerables felicitaciones de sus seres queridos y de sus invitados.

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