Conjugar no es sinónimo de Enjugar
Perder es un verbo doloroso. Pero es más cruel cuando al verbo se le adjunta un Sujeto, pues entonces el Sujeto Perdedor, es en sí, una oración y con ella, se puede comenzar o terminar una historia.
Con esa ilustración gramatical aprendí la fuerza que tiene la conjugación de verbos, la sintaxis.
Y como todo buen mexicano educado bajo el esquema de los gobiernos neoliberales, me cuesta trabajo comprender eso de la gramática… y más la matemática que para mí es más que imposible su comprensión.
Pero la política me ha ayudado a comprender lo que con tanto empeño mis profes no pudieron hacerme entender con sus amplias explicaciones.
Esta semana comprendí la conjugación de verbos, principalmente el verbo Perder.
Después de la pugna (literal) interna panista del 8 de febrero, ganaron unos y perdieron otros. Esa es la lógica de las batallas. Una pelea nunca se empata, se gana o se pierde, punto.
Rigoberto “Chachín” González Gutiérrez entró a una lucha que no podía ganar. Hubo quién le convenció de pelear, y peleó. Le jugaron diferente a como él pensaba y perdió.
Tras la derrota, ese mismo grupo que le empujó a pelear, le convenció de seguir peleando, pero en otro escenario. Volvió a perder según el juicio de sus dirigentes.
La segunda derrota no fue suficiente. Le convencieron de seguir peleando, “ahora en tribunales”. A tambor batiente le echaron al frente del pelotón. Le escribieron unas frases que hizo suyas “para salvaguardar la dignidad” y se aventó a la batalla.
En otra arena, su contrincante comenzó campaña, hizo su equipo y va por otra pelea, “la Constitucional”, dejando atrás el pleito interno panista. Norberto Venegas ya tiene dos semanas como candidato en las calles. “Chachín” siguió en tribunales.
Este miércoles, día de quincena, le avisaron a Rigoberto y a su equipo que volvió a perder.
Y perdió mucho: perdió la elección, perdió tiempo, perdió imagen, perdió peso, perdió la impugnación y perdió la nominación. Es mucho perder en tan poco tiempo y por alcanzar una nominación.
Lo más extraño es que, un día después de su derrota en tribunales, se presentaron a laborar a sus oficinas, al mismo lugar con quienes peleó en tribunales. Ahora ya son cuates, compañeros y funcionarios del mismo partido, del mismo equipo, bajo las órdenes del mismo Jefe.
Ojalá que Rigoberto, quien es un tipo inteligente, un político joven con mucha experiencia aplique aquellas clases de gramática, en donde nos enseñaron que Perder, es un verbo doloroso, pero que requiere de un Sujeto para surtir efecto.
Si el Sujeto se conjuga con el verbo, entonces hay sintaxis; si no, Perder es un simple verbo, una simple palabra.
En Política, lo importante es el Sujeto que aplica los verbos; o los verbos que mueven a los Sujetos.
Ahora comprendo mejor aquellas clases de gramática. Y a la vez, entiendo las teorías matemáticas: Cuando divides, lo importante es sumar, no restar…
0 Comentarios