De Jalisco y ex policías, los abatidos en Michoacán


Ya entregaron la mayoría de los cuerpos

• Familiares aseguran que sólo habían ido a trabajar y que no eran delincuentes

• Autoridades desmienten que haya sido ejecución y muestran pruebas periciales

Dos de los 42 presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación que murieron abatidos en un enfrentamiento con federales la semana pasada, resultaron ser ex policías municipales.

Por otra parte, más de la mitad de las personas que fueron abatidas el pasado viernes en ese lugar, eran originarios de Jalisco, principalmente de Ocotlán.

Informes de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) indican que los dos ex agentes estaban asignados a la Policía de Ocotlán, Jalisco, sin precisar la fecha en que causaron baja.

Incluso, en el rancho El Sol, en el Municipio de Tanhuato, donde se realizó el enfrentamiento del pasado 22 de mayo, las autoridades localizaron uniformes con leyendas de la Policía de Ocotlán.

"De acuerdo a las investigaciones que se han realizado, ambos ex servidores públicos seguían haciéndose pasar por policías municipales", señaló una fuente de la PGJE.

Uno de los ex policías fue identificado como originario del Municipio de Zapotlán y de 24 años de edad.

Del otro ex elemento no se precisó su edad ni residencia.

A una semana de ocurridos los hechos, la PGJE lleva identificados y reclamados hasta este jueves un total de 39 presuntos delincuentes abatidos ese día por la Policía Federal.

Los otros tres cadáveres permanecen en calidad de desconocidos en el Servicio Médico Forense de esta ciudad.

En esa acción, la Policía Federal reventó una guarida del Cártel Jalisco Nueva Generación, estratégica por su conexión con la Autopista México-Guadalajara y paso en una amplia franja de municipios de la frontera de Michoacán y Jalisco.

El rancho de 112 hectáreas presuntamente había sido despojado en forma ilegal a sus dueños y utilizado como centro de operaciones del cártel jalisciense.

Que iban a trabajar

Después de lo ocurrido y conforme pasaron los días, familias de Ocotlán acudieron hasta la capital de Michoacán a reclamar los restos de los hombres que perdieron la vida al enfrentarse contra policías federales en un rancho ubicado en el municipio de Tanhuato, cercano a Jalisco.

Pese a que el gobierno federal aseguró que todos los abatidos eran sicarios del Cártel de Jalisco Nueva Generación y que dispararon contra policías municipales, varios de los familiares de los ahora occisos señalaron que éstos no eran delincuentes y que se encontraban en el rancho haciendo labores de albañilería, pintura, carpintería o agricultura.

Explicaron que algunos de los fallecidos se habían ido de Ocotlán hace tres meses o más rumbo a Michoacán, pues se encontraban desempleados y unas personas de aquel estado les habrían ofrecido trabajo por varias semanas a cambio de un buen sueldo.

Sin embargo varios de los trabajadores ya no volvieron a comunicarse con sus familias y sólo pudieron regresar con ellas sin vida y dentro de un ataúd.

Fue enfrentamiento, no ejecución: Gobierno Federal

La Federación sostuvo la versión de que se trató de un enfrentamiento armado y no una ejecución como sugirieron algunas organizaciones y políticos de izquierda, agregando que existen pruebas que muestran que los ahora occisos sí dispararon en contra de los policías y estos repelieron la agresión y terminaron imponiéndose a los presuntos delincuentes.

De acuerdo con las autoridades, a los cadáveres se les practicaron pruebas periciales, las cuales demostraron que todos ellos dispararon armas de fuego momentos antes de fallecer. Además, las heridas producidas por bala, de acuerdo a exámenes forenses, fueron efectuadas desde una distancia de varios metros y no a quemarropa como hubiera sido en caso de una ejecución.

Publicar un comentario

0 Comentarios